Si el fútbol fuera 30 contra 30, la Liga no tendría oportunidad alguna ante el poderoso Herediano. Tan solo podría salvarla aquel tumulto de jugadores, como mejenga de pueblo, donde no se puede echar un pase y mucho menos hilvanar jugadas, con la pelota yendo y viniendo. Obviemos, entonces, el tamaño de la cancha. Imaginemos una suficientemente grande para meter los planteles completos, digamos 25 contra 25 (con tres cambios).
Suena fantasioso, pero la idea es concreta: si de alguna forma pudiera enfrentarse a todo Herediano contra toda la Liga, no solo los titulares, sino desde el portero titular hasta el utilero que limpia los tacos, Medford y los suyos serían declarados casi campeones sin jugar. Incluso, podrían preguntar a Delgado y sus hombres: “¿se rinden?” Por las buenas.
La primera fase del torneo encarna en una buena parte ese pulso repartido en 22 jornadas. No por casualidad, Herediano finalizó ocho puntos por encima de la Liga. Con un plantel más robusto, en el que hasta la banca tiene espuela, preparado para sustituir cualquier baja, con hombres que más de un equipo desearía incluir en su once estelar, Herediano suele mantener su nivel de inicio a fin.
Los guardametas Cambronero y De Lemos, Leo González, Yosimar, Condega, Wálter Silva, Cubero, Myrie y Hansen suelen esperar oportunidad. Incluso, jugadores como Yendrick Ruiz y el Mambo han calentado el banquillo en más de una oportunidad. Así, nos vemos ante un Team que no se anda en lloriqueos por sus bajas. Lamentan los arbitrajes o los enfoques de la prensa, pero nunca carencias en el plantel. Es el equipo más completo, gracias al dinero, la buena gerencia y la habilidad del técnico para rotar jugadores.
La final, sin embargo, no se juega 30 contra 30. La Liga, para ilusión de sus seguidores, repuso bajas, acomodó su alineación y reacomodó su espirítu. Justo en el momento decisivo, con el reloj en contra, Delgado dio en el blanco y los suplentes respondieron (incluso, ya no sería descabellado que McDonald espere en banca). El resto lo aporta la innegable fuerza de un 5 a 1 en el global sobre Saprissa.
Así, en un campeonato en el que ser el más completo ya no pesa igual, se nos viene una reñida final 11 contra 11.