Fútbol Nacional

Doblemente perdedores

EscucharEscuchar

Si seremos mezquinos, acomplejados, limitados y chiquititos, que nuestro gran título de gloria, nuestra máxima satisfacción en la Copa América fue la derrota de México ante Chile. Un ser humano saludable se siente orgulloso —o avergonzado— de sus actos, de aquellas cosas que dependen exclusivamente de él. Pero nosotros, desnudando nuestro pigmeísmo espiritual, hicimos del tropiezo de México un logro personal, una conquista específicamente nuestra, una “victoria” que por poco vale más que la copa de marras.








En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.