Juego final del campeonato nacional de fútbol. Ambos equipos saltan a la cancha vestidos con uniformes en los que no hay espacio para el nombre de un patrocinador más. Ni el anuncio de la última marca de alfileres.
Las camisetas están atiborradas con las marcas de refrescos, vehículos, operadoras telefónicas, electrodomésticos, sardinas enlatadas, corbatas importadas de Italia, calzado, lentes para el Sol, vinos, quesos, muebles de oficina, agua embotellada, plumas y bolígrafos, natilla con sal, aerolíneas, ventas de pupusas, copias de películas de las que se venden en la Avenida Central, ratoneras, matamoscas, delfines y ballenas inflables, y cigarros de contrabando; además, candidatos a la presidencia de la República, panaderías de pueblo, restaurantes chinos, hoteles, tiendas y supermercados.
Igual las pantalonetas: repletas con los nombres de verdulerías, ventanas donde se venden tacos a la mexicana, enyucados y empanadas de queso, frijol y carne, helados de palillo con sabor a coco, natilla y maní, grupos de bailes típicos y marimberos, Alfredo González Flores (el puente de la platina), cachos rellenos con crema pastelera, cajetas de coco, agua de pipa, granizados, vigorones de Puntarenas, bombetas de la televisión, tramos del Mercado Central, cantinas de a parado, carnicerías del Borbón, casas donde se pegan botones y se hacen ruedos, sodas especializadas en choripan, calzoncillos con estampados de tigres, serpientes y dinosaurios.
Las medias no se salvaron. Tienen bordados los logos de fábricas de sobado, caballitos de palo, prensas para tender ropa, trompos de cocobolo, fósforos y candelas, achiote, leones y patos de cemento, Nigüentas, piñatas, bolsas para chorrear café, tapas de dulce, maní garapiñado, manteles plásticos floreados, bolinchas, pañuelos típicos y sombreros de lona, galletas para mascotas, jabón antipiojos, ungüentos para todos los males, pistolas de agua, asientos con caballito para barberías infantiles, así como pulperías de barrio y ventas de lana para los pasitos navideños.
¡El colmo de los colmos: patrocinadores hasta en los tacos! En este caso productores de ollas de aluminio, estuches de cuero para cuchillas, billeteras con la foto de Ojo de Agua, discos de Arjona para guindar en el retrovisor, frascos con soluciones para hacer pompas de jabón.
¿Y cuál equipo ganó la final? Nunca se supo, imposible distinguirlos bajo aquel océano de marcas.