Que perdonen Bryan Ruiz, Celso Borges, Keylor Navas y Joel Campbell, pero el Frankenstein de mis legionarios aún tiene como base a Paulo César Wanchope.
Mi legionario perfecto también debería incluir mucho de Froylán Ledezma, pero al entonces llamado Cachorro lo dejo en el habría. Habría sido el mejor; habría anotado goles donde le diera la gana; habría logrado un contrato con el Barcelona, el Real Madrid o el Manchester United; habría, habría y habría, si tan solo sus condiciones físicas y técnicas hubiesen tenido el profesionalismo de Wanchope. Corrijo: si tan solo hubiese tenido la disciplina de un futbolista promedio. Con un 1,84 m de estatura, fuerte como un toro y con una zurda a lo Bryan Ruiz, Ledezma habría sido el legionario tico de todos los tiempos. Estaba llamado a ser el inicio de toda conversación trivial entre un tico y un extranjero. ¡Costa Rica!... ¡Oh, Froylán Ledezma!
El diamante en bruto que no jugó un solo partido con el Ajax, me obliga hoy a armar un Frankenstein de legionarios en busca del legionario ideal: de Wanchope, la disciplina, la constancia, la fuerza y el oportunismo de cara al gol; de Ruiz, la técnica, el juego de equipo, la asistencias, la humildad; de Joel, la picardía y otro tanto de talento; de Celso, la cultura y el orden táctico; de Navas, el ángel; de todos ellos, el profesionalismo.
En logros, Wanchope sigue siendo el más exitoso, con ocho temporadas europeas, la mayoría de ellas en la exigente Liga Premier inglesa, donde las canchas son enormes para ir y venir, pero muy pequeñas para dominar, pensar y tocar (¿sí me explico?).
Bryan ya lo superó en goles, con el reciente festejo de un centenar marcados en Europa, contra los 78 de Paulo César. Bryan ya lo superó en temporadas, en plena disputa de su décima, contra ocho de Paulo César (hasta donde permitieron sus rodillas).
Tan solo sigo dando un valor especial a lo conquistado en Inglaterra pese a las lesiones, sin menosprecio de una carrera que Bryan ha llevado peldaño a peldaño desde Bélgica, con paso por Holanda, la misma Inglaterra, regreso a Holanda y traspaso a Portugal.
Bryan Ruiz es, en todo caso, el heredero del trono en los legionarios que he visto jugar. ¿Y Navas? Florentino Pérez dirá.