Fútbol Nacional

Opinión: Ojalá me equivoque

EscucharEscuchar

Me sorprendería mucho ser el único saprissista que no celebra con berliozianas fanfarrias y extáticas prosternaciones la llegada de Saborío. No me gustaba su fútbol hace quince años... no veo cómo podría gustarme ahora. Es un hombre que habrá devorado treinta y cinco calendarios en marzo. Si fuese portero, tendría por delante un lustro de carrera. Pero no en su posición, donde potencia física, rapidez y condición atlética cuentan más que cualquier otro parámetro. Añadamos a esto sus numerosas y severas lesiones. Esto habla, cierto, de un guerrero capaz de levantarse después de cada caída, pero también de piernas erosionados, gastadas en mil heroicas lides.








En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.