Andrey Amador no se puede comparar con nadie, pero sí es el ejemplo a seguir por todos.
Sacrificios, disciplina, esfuerzo y coraje lo tienen en donde está. Recoge lo que a pulso sembró, eso que lo convierte no solo en el mejor del país, sino en uno de los hombres más completos del pelotón profesional.
Costa Rica pedalea con él, pero a la hora de los balazos en este Giro, él se defiende solo como un titán. Su equipo le trabaja poco, pero eso le da más valor a la gesta del héroe que tiene al país con el corazón en la mano.
Su hazaña llega cuando hay una guerra por plazas olímpicas. Abundan los intereses, pero él está ahí, con la posibilidad de multiplicar los cupos para Río 2016.