La Fortuna (San Carlos) El esfuerzo de más de cinco horas sobre la bicicleta, con temperaturas altas, puede hacer a un ciclista perder hasta cinco kilos.
Los pedalistas recuperan después su peso normal mediante la correcta hidratación. Pero no es asunto de esperar a que termine la etapa: deben pasar consumiendo líquidos en la carretera, por lo menos cinco litros.
También es necesario comer. “Hay que suplir carbohidratos. En carreras tan largas, si no se cuida este aspecto el deportista puede sufrir desmayos”, explicó el médico Adrián Gutiérrez, comentarista de Columbia.
A masticar. El equipo Citi-Economy tiene su menú para estos casos: barras energéticas, gel especial, emparedados de jamón y queso y papas asadas. Todo lo que signifique carbohidratos.
El Citi pesó a sus ciclistas después de la etapa. José Adrián Bonilla, entrenador y a la vez ciclista, solo perdió un kilo, señal de que consumió bebidas y alimentos de manera adecuada.
“Nosotros nos cuidamos mucho en este aspecto, porque todavía faltan muchos días”, comentó Bonilla, quien fue profesional en Europa, donde hay etapas que llegan a superar los 200 kilómetros.
Manuel de la Cruz Murillo, entrenador de ciclismo y comentarista de Monumental, indicó que los pedalistas deben recibir otro tipo de apoyo, además de comida: masajes y psicología deportiva.
“Hay que saber manejar el dolor. Si hay buen manejo psicológico pueden bajar las cargas de estrés”, explicó Murillo.
Por otra parte, el cubano Raúl Granjel, que se accidentó en la primera etapa, evoluciona bien en el hospital México. Colaboró el redactor Gabriel Vargas