169002044 A woman tries a high wheeler bicycle in Porto-Vecchio before the start of the 213 km first stage of the 100th edition of the Tour de France cycling race on June 29, 2013 between Porto-Vecchio and Bastia, on the French Mediterranean Island of Corsica. AFP PHOTO / JOEL SAGET (JOEL SAGET)
Un autobús se robó toda la atención en la etapa inaugural del Tour de Francia al atascarse en la línea de meta y obligar a un apresurado cambio de estrategias que derivó en numerosas caídas.
A falta de 15 kilómetros para el arribo del pelotón, una mala decisión del chofer del bus del equipo Orica produjo uno de los hechos más insólitos en un arranque de la ronda gala y empujó a la organización a adelantar tres kilómetros el punto de llegada.
Cuando los directores de los equipos fueron informados de la situación, los ataques se adelantaron y eso colmó la tensión de un pelotón que ya de por sí rodaba con los nervios de punta: ahí comenzó el caos en carretera.
La última parte de la fracción se corrió a la par de las múltiples caídas que entre otros se llevó al suelo a figuras como el español Alberto Contador y el eslovaco Peter Sagan; mientras que Andrey Amador, costarricense del Movistar Team , sí logró salir bien librado de los accidentes.
Pero ahí no acabó todo.
Cuando la organización logró mover el bus (le desinflaron las llantas) los intercomunicadores anunciaron que la meta volvía a su lugar original y eso terminó de colmar la paciencia del pelotón.
“Puedo entender que se cambie el lugar de la meta una vez. Pero si ya lo has anunciado, no puedes volver a cambiarlo, todo el mundo se había organizado en consecuencia”, afirmó con molestia el director del equipo FDJ, el francés Marc Madiot.
Iguales. La magnitud del caos con el que se inició el llamado Tour del Centenario finalmente empujó a la organización a otorgarle a todo el pelotón el mismo tiempo que el ganador de la etapa, el alemán Marcel Kittel, del equipo Argos.
Así, los 198 ciclistas que tomaron la partida en Córcega iniciarán hoy domingo con un tiempo de 4:56:52 en sus relojes, el mismo que necesitó Kittel para convertirse en el primer dueño del maillot amarillo en la presente edición.
Kittel, de paso, se benefició del infortunio de otros velocistas favoritos a ese podio, como el británico Mark Cavendish, el alemán André Greipel, el australiano Matthew Goss o el propio Sagan, todos mermados por las caídas.
"La decisión, dentro de un espíritu deportivo, ha sido clasificar a todos los ciclistas con el mismo tiempo", afirmó Jean-François Pescheux, director de carrera.
La jornada, aún así, al parecer no reportará bajas que lamentar para la segunda fracción, que de nuevo se iniciará en Córcega.
El segundo día de competencia dará la bienvenida a la media montaña con la disputa de la etapa entre Bastia y Ajaccio, con 154 kilómetros de terreno accidentado. Con información de EFE y AFP.