Juan Carlos Rojas despidió la edición 49 de la Vuelta a Costa Rica con otro monólogo de superioridad, 157 km de papeleo para un hombre que hacía más de una semana ya había ganado la prueba y que hoy aparece en la historia como el primer tricampeón del giro tico.
Las lágrimas que arrojó en la línea de meta fueron el reflejo de esa revancha del Rey por hacerse con una corona que desde el 2010 le era esquiva, pero que ahora reposará sobre la cabeza de quien por mucho fue el mejor hombre de este año en la caravana multicolor.
Desde que se vistió de dorado en Liberia durante la cuarta etapa, el jefe de filas del JPS-Giant no necesitó ninguna otra camiseta, se la pegó al pecho y la defendió con idéntica dosis de autoridad y frialdad.
Fue intocable en todos los terrenos y dinamitó diferencias en las etapas más claves: las cuatro de montaña y las dos contrarrelojes.
Ahí demostró no solo su buen estado de forma sino también esa plenitud como corredor, una tunda que adornó con un demoledor paso por el macizo Buena Vista, el famoso Cerro de la Muerte que solo atinó a defenderse del indomable líder con una pequeña dosis de frío.
Igual que en San Carlos, San Ramón y Dominical, tan pronto como el ascenso asomó Rojas se despegó del pelotón y montó su cacería, ya no contra ningún hombre sino más bien contra la historia.
Esa terrible ambición con la que llegó este año hizo de la etapa reina de la Vuelta un ascenso al que solo animó la disputa del resto del podio, porque el Rey subió abrumadoramente solo, tanto que él mismo reconoció haber pasado largos ratos de extrañez en el camino.
Hombre récord. Al final, esa anunciada victoria de etapa y Vuelta le dejaron a Juan Carlos Rojas un puñado de récords que ahora exhibirá al lado de su adornado trono.
Aparte de la corona que ahora acompaña sus triunfos de 2005 y 2010, el Rey es el primer ciclista que gana etapa, general y montaña en una misma fracción.
Además igualó a Federico Ramírez como el ciclista con más victorias de etapa en Vuelta (16) y repitió su récord de hace tres años con cinco nuevas celebraciones en la meta de una misma edición.
Logró igualar a Lico y los hermanos José Luis y Miguel Ángel Sánchez como los únicos pedalistas en ganar tres fracciones de manera consecutiva y, de paso, coronó la Vuelta con una renta de 14 minutos, muy superior a los 6:35 de 2005 y 2:57 de 2010 (ante Henry Raabe).
Finalmente barrió junto a su equipo todos los podios, por eso la alegría fue de la Junta, pero la historia va para el Rey. Con datos del periodista Cristian Sandoval.