San Isidro de El General. Convencido de que en el plano montañoso siempre correrá en desventaja, Osmani Alvarez, aprovechó ayer su última oportunidad de ganar una etapa en la Vuelta que finalizará hoy.
Feliz por haber coronado su ilusión, el pedalista cubano aceptó que lograron desprenderse del grupo, gracias al trabajo en equipo, realizado por su compañero Idis Tabares y el colombiano que participa con Musmanni, Marcos Wílchez.
Según el vencedor, Cuba efectuó una labor acorde con sus posibilidades y, para ellos, la Vuelta concluyó ayer. "Me siento cansado de practicar el ciclismo. Soy un poco viejo; tengo 31 años y, quizá, corra uno o dos años más para luego retirarme", expresó Alvarez.
Aunque ayer predominó el terreno plano, la poca montaña que hubo obligó a los tres escapados a redoblar esfuerzos para manter la ventaja, con respecto al pelotón perseguidor.
"Los tres -Alvarez, Tabarez y Wílchez- nos ayudamos; formamos un equipo. Sabíamos que en el embalaje le sacaríamos ventaja al colombiano."
La subida al cerro Bellavista es sumamente dura y, por eso, Alvarez estima que para él, el giro ya concluyó: "Para mí la Vuelta terminó; en la salida de mañana no tengo ninguna posibilidad. Este año no he rodado en las mejores condiciones, pero pretendía ganar una etapa."
Alvarez, quien intervino en anteriores ocasiones en el giro tico, suma en su cuenta personal cinco victorias en el país, según aseveró.
"Cumplí con mi objetivo individual de imponerme en una carrera y por dicha lo conseguí."
A pesar de que la sombra del retiro ronda en la vida deportiva del cubano, una vez finalizada su participación en tierras ticas, efectuará un trabajo especial para recuperarse físicamente y estar otra vez listo para montar en bicicleta.
"Ya son 16 años de andar en esto -ciclismo- y estoy cansado. Lo mejor es que en el futuro ayude a las jóvenes figuras."
El caribeño consideró que la prueba de ayer resultó demasiado dura, mas el esfuerzo para que Cuba ganara la tercera etapa en el presente giro fue loable.