"Sentí una gran alegría. Me solté y me vine", rememoró Check, al sintetizar una victoria que rebotó en un desanimado venezolano y que culminó con un triunfo que no estaba planificado.
Ingeniero ecológico de la Universidad de California, en Los Angeles, se convirtió en el tercer estadounidense que vestirá la camisola canaria. Anteriormente, la portaron los pizzeros Dirk Pohlman y Skipp Spagenburg.
"Vi que tenía posibilidades de salir y lo hice. Al llegar a la montaña, supe que el venezolano ya no tenía fuerzas", expresó. Calificado como un ciclista de todo terreno -montaña y plano-, Check llegó aquí con un equipo que había sido advertido por la organización de que si no respondía sería devuelto.
"Tenía fe en el grupo que traje ya que estaba advertido de que el Comité no quería más ciclistas estadounidenses con bajo rendimiento", expresó Laurence Jiménez, entrenador del conjunto norteamericano.
Con un altavoz, Jiménez dio instrucciones a Check en una difícil subida, donde el pedalista sacó casta de escalador para llegar a la cima en Ciudad Quesada y de allí enrumbar, solitario, a la meta.
El vencedor no esperaba convertirse en líder, por lo que será difícil sostener la camiseta amarilla, aseguró Check poco antes de arribar al estrado principal a recibir la aclamación final. "Muchos me conocían de nombre, pero ahora tendrán que cuidarme", dijo al encaminarse en su bici hacia el podio.