Salas ganó la segunda etapa y desplazó al colombiano Carlos Betancur de lo más alto de la cima. Fue una victoria labrada con paciencia y con olfato para identificar cuál era el momento ideal para lanzar el ataque.
Ni los colombianos del conjunto Orgullo Paisa ni los principales equipos costarricenses pudieron contener el ímpetu de Salas, que se lanzó con determinación hacia la bandera de cuadros.
La carrera desamparadeña se suspenderá hasta el próximo lunes debido a la emergencia que azota a buena parte del país.
Esta segunda etapa arrancó en la Junta de Protección Social, en San José, pero salió controlada hasta la platina del puente sobre el Río Virilla, que ya se convirtió en un punto de referencia en sí mismo. Al inicio el pelotón se mantuvo tranquilo, salvo por la fogosidad de tres metas volantes.
La verdadera competencia empezó con las cumbres, primero en Naranjo y luego rumbo al Alto de El Cacao. Como siempre ocurre en este deporte, los ascensos seleccionaron el pelotón y dejaron en el camino a los menos hábiles cuando se trata de ir cuesta arriba.
La brecha se fue ampliando y, cuando los demás pedalistas reaccionaron, ya era demasiado tarde.
Motivado por la posibilidad de entrar a su pueblo con gesto triunfador, Salas puso el turbo e impidió que le dieran cacería.
Solo el colombiano Isaac Bolívar tuvo arrestos para tratar de ponérsele a rueda. Sin embargo, perdió el pulso en la cuesta final (la etapa terminaba con puerto de montaña de segunda categoría).
Salas culminó la jornada en solitario y tuvo el honor de arrebatarle la camisa amarilla a Betancur, subcampeón del mundo sub 23 en el 2009 y ganador este año del prestigioso Bio Giro en Italia.
Cuando la competencia se reanude, a principios de la próxima semana, Salas y su equipo del Bufete Guzmán y Álvarez tendrán la responsabilidad de sostener la camisa amarilla, que puede convertirse en un pesado lastre.
Tienen la desventaja de contar con solo cinco ciclistas en Higuito, cuando hay equipos como BCR-Pizza Hut y JPS-Giant que inscribieron dos nóminas. También deberán tenerle un ojo puesto a los peligrosos colombianos.