Palmares. Como si tuviera piernas de acero y un tanque de oxígeno en su espalda, Pablo Vargas fue un titán en la Clásica Palmarín. Sin más rodeos, él fue el ganador.
Con un tiempo de 1:28:25, Vargas venció a los 1.200 ciclistas que se hicieron presentes entre élites, másters, juveniles y los que realizaron la prueba por diversión.
A las 9:00 a. m., con salida y llegada en la parte de atrás de la zona ferial del “pueblo para hacer amigos”, se dio la primera competencia de ciclismo de montaña del año.
Los 33,5 kilómetros fueron marcados por una dura carretera en la que sobresalieron grandes piedras, mucho polvo y unas empinadas cuestas “rompe piernas”.
Vargas fue el más hábil para domar las tierras palmareñas, seguido por Marconi Durán ( 1:30:05) y Joseph Chavarría (1:30:33).
“En el descenso vi que tenía una buena oportunidad de ganar, así que me arriesgué y gracias a Dios todo salió bien”, comentó Vargas.
En la categoría femenina, Adriana Rojas regresó a la acción con el “pedal derecho”, pues se adjudicó el primer lugar con un tiempo de 1:56:45.
Rojas volvió después de varios meses de no competir en la máxima exigencia ciclística por un accidente de tránsito que sufrió en octubre del año anterior.
“Después de un accidente a uno le da temor andar en la calle, pero gracias a Dios he podido agarrar confianza”, expresó la ganadora.
Regresó un grande. Tras ausentarse desde principios del año pasado por un cáncer linfático, Henry Raabe retornó y lo hizo de gran forma.
A pesar de no competir durante casi un año, Raabe se mostró muy bien e ingresó entre los primeros corredores.
“Traté de disfrutarlo lo más que pude y al final estoy contento con el resultado”, mencionó el dos veces campeón de la Vuelta a Costa Rica.
Este gran esfuerzo realizado por Raabe fue reconocido.
“Él (Raabe) es todo un ejemplo de vida que hace ver mis problemas pequeños”, declaró Vargas tras ganar la competencia.