Ciudad Quesada, Alajuela. Josué González disfruta de su momento. Hasta ahora sabe lo que es vestirse de amarillo en la Vuelta a Costa Rica.
Se mira al espejo y se siente a gusto. Piensa que esa camisa está hecha a su medida y que el tono le luce bien, pero el capo de Coopenae Movistar Economy tampoco cae en triunfalismos.
Es el momento que esperó por mucho tiempo y ahora no puede bajar la guardia.
Un pestañeo le puede salir caro, se mantiene sereno y con todas las ganas de demostrar que es el ciclista mejor preparado en esta Vuelta a Costa Rica.
Meses atrás tuvo las agallas para ingresar al pelotón colombiano y foguearse entre escarabajos, destacando en el Clásico RCN. Por eso no es sorpresa que sea el nuevo líder del giro tico.
“Es algo muy bonito. Desde que inició este año pensaba en vestirme de amarillo y tratar de ganar la Vuelta y gracias a Dios se nos han dado las cosas”, comentó el nuevo rival a vender de la carrera.
Lo de ayer fue apenas un paso para su objetivo de fondo, en una carrera que tiene mucho nivel.
“Yo no me puedo fiar de nadie ni confiarme de nadie. Los corredores están fortísimos, ahora a mantenernos con la misma actitud con la que iniciamos la Vuelta, a pelearla y a tener cuidado de todos”, expresó el pupilo de José Adrián Bonilla, quien este año está debutando como estratega al 100%.
González es sincero. Después de que en la cronoescalada descontó 31 segundos, pensaba que ayer podía volver a aplicar tijera.
Sin embargo, confiesa que jamás imaginó que de plano se quitaría tres minutos de encima.
“Pero surgió la oportunidad y al percatarnos de eso, teníamos que darle a muerte”, reseñó.
Hoy comenzará a defender ese abrigo amarillo que cobija su ilusión, sabe que lo atacarán, pero también está convencido de que tiene equipo para responder.