Ciudad Quesada, Alajuela. Que nadie se reparta nada en la Vuelta a Costa Rica mientras que en el pelotón haya ciclistas de calidad arriesgándolo todo.
Si no que lo diga Josué González, el jefe de filas de Coopenae Movistar Economy que antes de tomar la partida ayer, estaba a 3:05 de Juan Carlos Rojas (Frijoles Los Tierniticos Arroz Halcón), quien vestía la prenda amarilla de líder general.
Y tras la etapa de 167,25 km entre Alajuela y Ciudad Quesada, el alajuelense no solo se quitó todo ese tiempo de encima, sino que por cuatro segundos logró destronar al zarcereño del primer lugar en la prueba.
La etapa parecía “inofensiva”, o al menos así lo pensó la familia de Juan Carlos Rojas, mientras sus rivales sabían que la jornada de ayer sería clave.
Al tomar desprevenido al equipo del hoy exlíder, Coopenae Movistar Economy y JPS Giant pactaron una alianza por conveniencia pocas veces vista en el ciclismo costarricense.
Impulsados por una fuga que se armó en el plano, estos dos bandos unieron esfuerzos y consiguieron hacer de la cita de ayer la etapa más épica de los últimos diez años en la historia de la Vuelta a Costa Rica.
Josué González y Román Villalobos iban con todo su batallón en el plano intentando conectar la fuga tempranera que había abierto un hueco en la caravana.
Se percataron de que Juan Carlos Rojas estaba atrás y que su equipo se veía en aprietos.
Así que no había nada que pensar. Con las cartas sobre la mesa, era cuestión de apostar al todo o nada y lo hicieron.
No necesitaron la subida para hacer daño. Demostraron que bajando también se marca diferencia y después del Zurquí descendieron a tumba abierta, agravando los problemas de Juan Carlos Rojas, quien tan solo se quedó con su hermano César en el momento de apremio.
El ritmo que se le inyectó a la etapa complicaba el panorama de Juan Carlos Rojas y favorecía a Josué González, Román Villalobos e integrantes de otros tres equipos que iban a toda máquina en punta de competencia.
A los escapados los beneficiaba la lluvia, a los zarcereños los perjudicaba y como en el ciclismo siempre impera la ley del más fuerte, Román Villalobos y Josué González llegaron juntos a la meta.
De acuerdo a como se dio todo, era fácil adivinar lo que pasaría.
El triunfo del día fue para Román, quien llegó a la Vuelta sin ritmo de carrera y que celebró que dentro de siete meses será papá.
Lo de ayer fue épico y obligatoriamente siempre será recordado por quienes no le pierden pista a la Vuelta a Costa Rica.