Pese que se les ofreció que la sanción de dos años podía reducirse a una simple amonestación, los ciclistas que salieron dopados en la pasada Vuelta a Costa Rica no quisieron dar el nombre de quién les dio la sustancia prohibida.
Allan Morales, Paulo Vargas y Pablo Mudarra, todos del equipo BCR Pizza Hut, fueron castigados con dos años de suspensión porque utilizaron la sustancia llamada GW501516 en el giro criollo.
La sanción rige del 3 de abril del 2013 al 3 de abril del 2015.
Se dio luego de que la Federación Costarricense de Ciclismo (Fecoci) fuera notificada de los casos el 18 de junio por la Unión Ciclística Internacional (UCI).
Roy Sancho, presidente de la Comisión Disciplinaria de la Federación Costarricense de Ciclismo, expresó que la opción de una amonestación en lugar del castigo se les presentó el día que asistieron a la audiencia en la que declararon.
“Les pedimos (a los ruteros) expresamente que ayudaran a dar información a la UCI. Quisimos ver si eso sirve para desenmascarar un tráfico de sustancias, que obviamente parece que lo hay; el reglamento permite bajar el castigo a una amonestación estandar”, expresó Sancho ayer por la tarde.
“Se puede poner solo una amonestación si la información es sumamente valiosa. Ellos indicaron que por seguridad no lo hacían”.
El encargado de la comisión fue más allá al indicar que está pensando en elevar el caso a la Fiscalía.
“Ellos pueden saber quien las provee y vende en el país, pero ellos prefirieron que no, hemos pensado en hablar con la Fiscalía en el Ministerio Público”, añadió Sancho.
Sin poder. De acuerdo con Hernán Solano, presidente de la Fecoci, su entidad está atada de manos debido a que no tienen potestad para investigar.
“Hasta donde entiendo no han dado (dopados) nada más que simplemente decir que se las dieron en el pelotón, mientras no haya una declaración donde señalen a alguien la federación no puede ir más allá”, manifestó Solano.
El presidente dijo estar preocupado por no saber quien suministró la GW501516, aunque se mostró tranquilo ante la posibilidad de que el ciclismo sufra por esto.
Al respecto resaltó que la Fecoci está en disposición de trabajar con la UCI para erradicar el dopaje.
“Desearíamos que no solo la federación esté con esto, entre más pruebas doping se hagan hay más posibilidades de tener un dopado intencional o por negligencia”.
Consciente de que el tema del dopaje se debe enfrentar con más dureza, Solano adelantó que en la Fecoci redactarán un proyecto de ley para que el dopaje se sancione como delito.
Ello ocurre en países como Estados Unidos, Francia, España e Italia, donde las autoridades llevan los casos ante los juzgados.
“Tenemos que asesorarnos con los abogados para hacer un proyecto que valga la pena; que forme parte de una estrategia nacional”.
La sombra del dopaje es amenazante si se toma en cuenta que el año pasado se notificaron seis ruteros; entre ellos, Steven y Román Villalobos y Enrique Artavia.
De la Vuelta salieron Mudarra, Vargas, Morales, Steven Villalobos y el colombiano Marlon Pérez.