San Isidro de El General. No estaban en Zarcero, sino que se encuentran bien lejos de su terruño, pero los hermanos Juan Carlos y César Rojas desataron una algarabía en esta ciudad.
Cuando aparecieron en el podio fueron tan vitoreados como Juan de Dios Castillo, el campeón de la Vuelta a Costa Rica de 1986, quien ayer vistió a Joseph Chavarría (JPS Giant) con la camisa blanca de líder Sub-23.
Juan Carlos Rojas, el jefe de filas del equipo Frijoles Los Tierniticos Arroz Halcón, no tuvo ningún problema para retener ese manto amarillo que lo distingue como líder general de la Vuelta.
Ayer quiso atacar, pero optó por ir tranquilo, pensando en que falta subir hoy el Cerro de la Muerte, encarando un premio de montaña de categoría especial y que mañana será el Circuito Presidente en La Aurora de Heredia.
“Vamos a cuidarnos para tratar de terminar la Vuelta con bien. Los contrincantes estaban muy fuertes, impresionante como venían, pero yo tengo mucha casta y supe mantenerme bien”, aseguró Juan Carlos Rojas.
Dijo que siempre tuvo al lado a su hermano César, quien se ha convertido en su principal escudero en esta Vuelta a Costa Rica.
“Heiner, mi hermano que es nuestro entrenador, se me acercó y me dijo que teníamos que apretar el paso porque César estaba perdiendo la montaña por un punto con Elías Vega (JPS Giant) y le dije que con todo; le dimos duro hasta llegar al último premio de montaña, donde César volvió a recuperar la camisa”, relató el líder general. Juan Carlos Rojas.
Junto al hombre de amarillo siempre pedalea el corredor que usa la prenda de puntos rojos.
“Para mí es un privilegio estar tan cerca de un corredor como Juan Carlos. Gracias a Dios este año nos preparamos bien porque decían que iban a venir equipos muy fuertes y los resultados se están viendo”, citó César Rojas.
Aunque la atención está puesta sobre ellos, el gregario del mandamás afirma: “Para mí no es una gran Vuelta de Juan Carlos o una gran Vuelta de César, es de todo nuestro equipo”.