El ciclista costarricense Andrey Amador dio una gran muestra de profesionalismo este jueves porque corrió la segunda etapa de la Vuelta al Algarve en Portugal, con el dolor de saber que su abuelita materna, Rashida Latipova, falleció.
Amador afrontó los 198,6 kilómetros entre Lagoa y Alto da Fóia a sabiendas de que sería su primer careo de este año con la montaña, pero su corazón también estaba hecho un puño, porque le hubiese gustado estar en este momento tan duro junto a su mamá, doña Raisa.
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Horas antes de la prueba, el tico escribió en sus redes sociales: "Desearle fuerza principalmente a mi mamá, que una vez más nos ha demostrado el ejemplo de ser una madre ejemplar y como Dios manda, siempre cuidando de todos nosotros y de su madre hasta el final... Te quiero y amo mamá".
Ya en los primeros kilómetros de competencia, el capo del ciclismo costarricense sufrió una caída sin consecuencias, porque pudo continuar, aunque después le expresó a La Nación: "Sí me golpee un poquito el tobillo y la nalga, pero más bien no es nada".
La fracción la ganó el español Luis León Sánchez (Astana) con un tiempo de 5:08:25 y el tico llegó a la meta en la posición 56, a 8:28.
Fue un día duro para Andrey, tanto en carretera, como en el plano personal y él no fue el único hombre de Movistar Team que se fue al piso en esta jornada.
El español Jonathan Castroviejo también se cayó y terminó con heridas en una rodilla y la cadera.
El tico espera no amanecer adolorido este viernes, para tratar de hacer muy bien la tercera etapa de la Vuelta al Algarve, que consistirá en una contrarreloj individual (CRI) de 18 kilómetros en Sagres.