Andrey Amador enfrentará la etapa 100 de su carrera en el Giro de Italia con un recorrido que sigue marcado por montaña.
Volverá a ser una jornada especial para el tico después de 15 etapas con alegrías, tristezas y algunos problemas de salud.
La distancia de tan solo 162 kilómetros, con tres puertos de montaña, pone en evidencia que un descuido puede salir muy caro en la clasificación general.
“A estas alturas del Giro, con todo el desgaste, cualquier premio (de montaña) de esos puede desarmar la carrera”, analizó el técnico nacional de ciclismo José Adrián Bonilla.
Después de la primera subida, habrá una bajada constante hasta toparse con el nuevo puerto, el cual tiene un porcentaje de elevación del 15%, es decir, similar a escalar el Monte del Aguacate.
Para Champulón, el Movistar Team debería esperar la iniciativa que muestren el colombiano Esteban Chaves (segundo de la tabla) y Vicenzo Nibali (tercero).
“Si yo fuera el director de Movistar, desearía pasar el día lo más tranquilo posible y en otro día de montaña meter a Andrey en la fuga”, dijo Bonilla.
En la buena teoría se trata de una etapa de media montaña, pero la dureza de las subidas hacen que se vea desde otro ángulo.“He visto los puertos y no sé por qué son de segunda categoría; para mí son de primera. Va a ser una etapa durísima, puede marcar mucho”, afirmó Alejandro Valverde, líder del Movistar.
El español considera que él, Andrey y el resto de compañeros están bien para los días que quedan, en los que buscarán volver al podio, ahora con Valverde.
“Las sensaciones son buenas, con ganas de dar batalla. Estamos motivados”, aseveró.
El reto de Amador será recuperar las fuerzas que le ha quitado la gripe, para ser el peón de lujo que necesita Valverde en procura de vestirse con la camisa rosada.