Andrey Amador completará sus tres grandes vueltas en una competencia que, como muy pocas veces se ve, estará repleta de favoritos para ese perseguido podio final.
Su estreno mañana en la hasta ahora esquiva Vuelta a España llegará en medio de un desfile de luminarias empujadas por una temporada que repartió muy poco entre los grandes nombres del pelotón, casi todo a raíz del accidentado Tour de Francia de este año.
Christopher Froome (Sky), Alberto Contador (Tinkoff-Saxo) y Andrew Talansky (Garmin-Sharp) son apenas tres ejemplos de esos favoritos que, por lesión, debieron quedarse al margen en la ronda gala y ahora regresan a la carga para tratar de adornar un año que hasta el momento no les sonríe.
A ellos se les unen nombres como el de Rigoberto Urán (Omega - Pharma), Peter Sagan (Cannondale) o el famoso Joaquim Purito Rodríguez (Katusha), quizás las máximas amenazas para un Movistar Team que llega con una dupla de lujo a la cita: Nairo Quintana y Alejandro Valverde.
En ese panorama aparece Amador, adornado con aquel histórico triunfo general de Quintana en el Giro anterior y un consecuente descanso que les permitió, a ambos, recargar baterías para esto.
Ilusión y buena forma. El sexto lugar general en el pasado Tour de Polonia permitió ver a un Andrey Amador que no solo llega con buenas sensaciones a la Vuelta, sino que además mantiene esa hambre que se le vio a lo largo de toda esta fructífera temporada.
Su elección para meterse en el giro español dice además mucho de su posición dentro del conjunto telefónico, donde su director lo calificó como “imprescindible” cuando se trata de los principales retos, un elogio mayúsculo si se cae en cuenta de que hoy por hoy el español es el mejor equipo del mundo.
Aparte, y pese a ese repertorio de luminarias, todos los focos apuntan directamente al colombiano Nairo Quintana para un podio final y esa atención sin duda también servirá para destacar el trabajo de hormiga del tico.
Tampoco hay que obviar a Valverde, ganador de la Vuelta en 2009 y cinco veces sobre el podio final, otro cartucho de éxito que le alcanza a Amador para soñar con la posibilidad de acabar el 2014 con el título de dos de las tres vueltas grandes debajo del brazo.
Pero para eso todavía hay que esperar. Mañana la Vuelta apenas tendrá el banderazo de salida con una contrarreloj por equipos donde el ciclista costarricense siempre se defendió bien, lo mismo que el resto de Movistar.
Lo demás serán 22 días de emociones, nada mal para un estreno que lleva una vida esperando.