Belo Horizonte. AP. Fueron cinco goles en la peor media hora en la historia del fútbol de Brasil, cuatro de ellos en un lapso de seis minutos, que le dieron a Alemania una resonante victoria 7-1 el martes sobre el anfitrión en el estadio Mineirao y el pase a la final del Mundial.
Por segunda vez, Brasil no pudo ganar un Mundial en casa.
El Mineirazo de Alemania no se produjo en la final, como el Maracanazo de 1950 ante Uruguay, pero en muchos sentidos fue una derrota más catastrófica todavía.
Para empezar, fue la peor paliza de su historia, peor que el 6-0 de 1920 ante Uruguay en la Copa América.
Ni hablar de los mundiales, donde el revés más abultado era el 3-0 que Francia le endosó en la final de Francia 1998.
Además, Brasil nunca había permitido cinco goles en un solo tiempo en un Mundial.
Por otro lado, el 1-7 que Alemania le propinó a Brasil es la mayor goleada en las 20 ediciones de los Mundiales de fútbol que sufre un seleccionado anfitrión.
Los 14 anfitriones de las 20 ediciones de la Copa –hubo cuatro países que repitieron– nunca habían perdido por una diferencia de seis goles.
En México 70, el equipo anfitrión cayó el 17 de junio 4-1 ante Italia, mientras en Chile 62 los locales perdieron 4-2 contra Brasil.
En el Mundial de 1954, el anfitrión Suiza también sufrió siete tantos, aunque le marcó cinco a Austria (5-7) .
Finalmente, Brasil no pudo enterrar el maleficio de la Copa Confederaciones, cuyo campeón, históricamente, no logra hacerse después con el Mundial.
Así sucedió a lo largo de las ediciones precedentes. El conjunto de Luiz Felipe Scolari ganó con autoridad hace un año en Maracaná, pero no logrará el ansiado título.