Durante los 120 minutos del juego de ayer, la Selección Nacional de Costa Rica se sintió como local en la Arena Pernambuco de Recife.
La gran mancha roja que se percibió en los duelos anteriores de la Tricolor se destiñó, pero lo que había perdido el cuadro nacional en espectadores, lo recuperó en voces.
Una gran mayoría de brasileños se transformaron en torcedores de Costa Rica, una nación que, según ellos, les había robado el corazón y decidieron ir a corear el nombre del pequeño país centroamericano en su trascendental duelo ante Grecia.
Al final del día no se sintió la falta de los 3.000 costarricenses a quienes les tocó volver al país luego de la grandiosa primera fase del Mundial, tal y como estipulaban sus paquetes adquiridos en agencias de viajes.
Eso sí, solo 41.000 personas asistieron a este duelo de octavos de final, una gran diferencia con lo vivido el pasado 20 de junio en este estadio contra Italia. Esta vez, el estadio tenía mucho espacio vacío.
Durante el juego, los aficionados locales no siempre apoyaron a la Tricolor , pues cuando parecía que Grecia hundía el barco de la Sele , algunos hasta se mostraron enojados.
El sacrificio y la entrega que exhibieron los 11 jugadores costarricenses finalmente contagiaron de nuevo a los brasileños, que para la tanda de penales volcaron su aliento hacia la Tricolor .
Cada uno de los cinco penales costarricenses dejó en evidencia el claro compromiso del estadio con la ilusión tica.
Los griegos, por otro lado, tuvieron que patear desde los 11 pasos bajo la presión de un sinnúmero de silbidos.
Para el siguiente juego de los costarricenses ante el conjunto tulipán, se espera que la presencia tica crezca en el Estadio Fonte Nova de Salvador de Bahía.
Este duelo se efectuará el próximo sábado 5 de julio a las 2 p. m., hora de Costa Rica. colaboró Antonio Rodríguez.