La mayoría de los productos relacionados con la participación de Brasil en el Mundial, especialmente las camisetas, está ahora en liquidación, dijeron a EFE los vendedores de Saara, el gran mercado popular de Río de Janeiro.
“Solo la compra algún turista (la camiseta) y porque la hemos rebajado”, asegura Lucia Santos, vendedora de la tienda deportiva LOOP, en el corazón de Saara.
“La mayoría de las tiendas ya ha retirado las camisetas de los escaparates. Ya hemos empaquetado y guardado la mayoría para ofrecerlas en el próximo Mundial”.
El 1-7 sufrido en el Estadio Mineirao, un golpe conocido como el Mineirazo en alusión al Maracanazo, ha sumido a los brasileños en un estado de desinterés casi total que se hace patente frente las tiendas de productos del Mundial por las que pasan sin apenas detenerse.
Elio Bittencourt, de 81 años, que preside la asociación de comerciantes del Saara y es dueño de la tienda de artículos deportivos GMB Sports, dijo a EFE que la derrota frente a Alemania “ha supuesto un verdadero desastre”.
Las ventas, asegura, cayeron fuertemente el día después del partido. “Desde entonces no he vendido prácticamente nada de color verde-amarillo y ahora estamos peleando para salir del inventario”.
El comerciante reconoce, no obstante, que las ventas ya estaban bajas al comienzo del Mundial.
La crisis de ventas no parece arreglarse con rebajas de los precios. Hoy, la camiseta de Brasil, incluso la 10 de Neymar, se podía comprar en Saara por 19,90 reales (unos 9 dólares), 10 reales menos que antes de la goleada.
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