Recife, Brasil. Una de las prioridades de la Selección Nacional será recuperar las piernas de cara al duelo del sábado ante Holanda.
Los tremendos 120 minutos de desgaste ante Grecia, de los cuales 54 fueron con diez hombres, dejaron su huella en prácticamente todo el plantel.
En la retina está Joel Campbell exhausto, sin siquiera poder parar la pelota al cierre o Bryan Ruiz en el piso, recibiendo toda la atención posible para los penales.
No obstante, el preparador físico del equipo, Érick Sánchez, adujo que confía en que para el día del histórico duelo todos estén en perfectas condiciones.
“Es obvio que la suma de partidos en relativamente pocos días ya va pesando. Aunque todas las selecciones andan en un estado similar”, señaló el especialista.
“Hacer cambios de preparación o mejorar algo a estas alturas no es posible. Solo queda dedicarnos a recuperar a los jugadores y hacer una buena táctica y estrategia para el partido que viene”, dijo Sánchez, vital en el acondicionamiento del equipo previo al torneo planetario.
“En el campamento en Costa Rica trabajamos duro, pero la verdad, todo arrancó desde diciembre. A todos los jugadores se les dio un plan para mejorar en algunos aspectos, el cual cumplieron con mucha responsabilidad. Hay que felicitarlos a ellos”, dijo.
La Tricolor no se entrenó ayer, situación que Sánchez calificó como positiva dado el cansancio que ya arrastra el plantel tras cuatro partidos muy estresantes y de mucha intensidad.
“Era el momento de descansar un poco. Con un día libre no perdemos nada. Más bien, ayuda no solo en lo fisiológico, sino en lo mental. Estar bien de la cabeza también es clave para recuperar”, argumentó.
Más ciencia y metodología. También se consultó sobre el tema al fisioterapeuta Luis Prieto, quien contó que desde que los futbolistas entraron al vestuario tras vencer a los helénicos empezó la tarea.
“El cansancio fue mucho. 120 minutos a ese ritmo no es cualquiera el que aguanta. En medio de la celebración hay que tener serenidad porque sabemos que esto no termina aquí. En el camerino tenemos dos tinas listas con agua fría para empezar con inmersiones.
“La idea es parar cualquier tipo de proceso inflamatorio y al mismo tiempo aumentar la circulación para que las piernas no se sientan tan pesadas al día siguiente”, explicó.
Prieto añadió que en el caso de los que estuviesen golpeados se tratan, él los atiende de una vez con terapia, mientras que de los demás se encargan los masajistas.
“Dos días después del juego, el futbolista debería estar en condiciones óptimas para entrenar con normalidad”, apuntó.