Selección Nacional tendrá manejar la pelota como el objetivo

Así jugó ante Jamaica y así jugó ante Honduras, dos compromisos que se saldaron con valiosas victorias ante equipos que reportan similitudes con Panamá: un corpulento y alto biotipo, pero no una dinámica acelerada.

En primera instancia, el cambio le permitirá a la Selección tener un poco más de posesión de pelota en el mediocampo, debido a que sumará un hombre más en esa zona de la cancha.

Tal factor dicta que los contenciones, seguramente Yeltsin Tejeda y Celso Borges, sean los encargados de “subir” el balón y desalojarlo un poco más arriba en los pies de Christian Bolaños, Bryan Ruiz y Joel Campbell.

No se dejará de lado la transición rápida; sin embargo, habrá otras opciones además de jugar al contragolpe, que fue lo que se hizo en México (sin decir que no fuera una táctica efectiva).

En este apartado, durante la semana quedó claro que a Ruiz se le verá exclusivamente cerca del área rival y no iniciando la salida. Su labor será dar el pase final o definir la jugada él mismo.

Lo dijeron el propio capitán y el entrenador con contundencia, tras identificar que este era uno de los errores del equipo.

Más ventajas. También hará que se regule un poco más el desgaste que acontece cuando se utiliza la línea de tres o la de cinco, esquemas que también suele tener Jorge Luis Pinto en su menú.

Los dos dueños de los carriles derecho e izquierdo, favoreciendo en este análisis a Christian Gamboa y Cristopher Meneses, ya no estarán obligados a llegar todo el tiempo hasta la línea de fondo.

Las razones son que deben controlar sus ascensos para cubrir a los veloces atacantes contrarios y que al frente tendrán un compañero que les debe hacer el relevo.

Adelante se espera el regreso del goleador del proceso Álvaro Saborío, el único delantero tico con la capacidad física para chocar con los dos zagueros centrales Felipe Baloy y Román Torres, futbolistas, recios y sin miramientos. Colaboró el periodista José Luis Rodríguez