Santos, Brasil. Santos será la casa de la Selección Nacional de Costa Rica desde hoy hasta que termine su participación en el Mundial.
Por ahora, está calendarizado que la Tricolor la abandone solo por tres “viajes de trabajo”, pero siempre se marchará con la intención de regresar. ¿Cómo no? Si esta es popularmente conocida como la capital del fútbol en Brasil.
No puede haber mejor lugar para recargar baterías, en un torneo tan demandante, como el hogar de Pelé, quien obviamente es el héroe más grande de este municipio paulista.
Sus calles y playas, ambas limpias, ordenadas y espaciosas, exhalan fútbol. Sus pobladores, cálidos, alegres y amables, lo respiran.
Para ellos todo tiene que ver con este deporte. Más en este mes y un día en el que el planeta se detendrá para que sea la pelota la que gire sobre su propio eje.
Nelson, taxista y oriundo del barrio Vila Belmiro, rememoró en un corto viaje todos los grandes equipos del homónimo club local. Por supuesto, no dejó fuera a O Rei, de quién incluso habló del lugar donde vivía de niño y que ahora remplaza un simple edificio.
Lucimar Silva, vendedora de churros y oriunda de Jardim Castelo, dijo durante una negociación que quiere ver todos los partidos del Mundial y que es tan fanática que por eso adornó su carrito de venta con banderas de Brasil, Costa Rica y México, vecino de los ticos que también se quedará en Santos. De hecho, la distancia entre estos dos será de apenas 400 metros.
Elección. Todas esas características fueron analizadas por el entrenador de la Tricolor, Jorge Luis Pinto, para elegir su campamento.
Decisión acertada, según los dirigentes de la Federación Costarricense de Fútbol, que ya se instalaron en el hotel Mendes Plaza.
“Aparte de que el ambiente es muy tranquilo, estamos en la ciudad del club de donde salió el mejor futbolista de todos los tiempos. Eso da una sensación excelente”, dijo el director de selecciones nacionales del organismo, Ricardo Chacón.
“Fuimos al estadio (Urbano Caldeira, donde se entrenará la Tricolor ) hace unos días y ver el casillero de Pelé es un lujo”, agregó.
Similar opinión tuvo el secretario, Juan Carlos Román.
“Hasta ahora la acogida ha sido excelente. Es muy interesante esa pasión futbolera que tienen todos los habitantes. Cualquier persona le puede hablar de fútbol y de Pelé. Además, es lindísima y hay mucho que conocer”, manifestó.