Río de Janeiro. AP. La expulsión de Luis Suárez ha sacudido de tal forma la Copa del Mundo que casi se olvida que Colombia y Uruguay tienen una cita por los octavos de final este sábado a las 2 p. m. en el histórico estadio Maracaná.
El regreso de Uruguay al estadio donde protagonizó el famoso “Maracanazo” hace 64 años quedó empañado por las convulsas horas previas en torno a Suárez, sancionado con nueve fechas y cuatro meses por el mordisco al defensor italiano Giorgio Chiellini.
Es una incógnita la gestión del vestuario celeste para aislarse de todo el ruido y concentrarse en el partido, más allá de la indudable pérdida que supone la ausencia de uno de los mejores artilleros del mundo.
Para Colombia, en cambio, la vida ha sido mucho más tranquila. Sin sobresaltos y exhibiendo un fútbol ofensivo, el equipo de José Pékerman se presenta a la cita con sus mejores jugadores descansados y en plena forma a sus segundos octavos de final luego de Italia 1990; pero nada está escrito todavía.
Colombia y Uruguay se han enfrentado 38 veces, con un balance histórico de 18 victorias uruguayas, 11 colombianas y nueve empates. El único precedente mundialista hasta la fecha se remonta a Chile 1962, cuando la Celeste se impuso por 2-1 en la fase de grupos.
El enfrentamiento en el Maracaná será diferente por muchas razones. Es cierto que Uruguay tiene una mística especial en el estadio por su victoria contra Brasil en la final del Mundial 1950, pero la sanción a Suárez nuevamente ha enterrado ese recuerdo.
Nadie puede ocultar el enorme revés futbolístico que supone la ausencia de Suárez para la selección de Óscar Tabárez. El delantero es el jugador más importante de una selección que, sin él, reporta la única derrota en esta cita ante Costa Rica, pues luego se impuso a Inglaterra e Italia con el delantero como titular y logró avanzar en un grupo con tres ex campeones mundiales.
Realidades diferentes. Tabárez tiene la doble tarea de reajustar el once y ordenar las ideas de una plantilla demasiado descentrada por lo ocurrido en las últimas horas.
Nada que ver con Colombia, que vuelve a los octavos de final 24 años después en plena forma. El equipo de Pékerman, con un James Rodríguez estelar, llega a la cita imbatida, con tres victorias y nueve goles a favor. Las estadísticas dicen que anota un gol de cada cuatro intentos en este Mundial, una enorme efectividad.
Lo más probable es que el técnico argentino recupere la formación titular que derrotó 3-0 a Grecia y 2-1 a Costa de Marfil en los dos primeros partidos del torneo. Colombia, ya clasificada, cerró el grupo con un triunfo 4-1 sobre Japón en el que Pékerman realizó varios cambios.
Uruguay, por su lado, es un equipo con mucho oficio, contra eso deberán luchar los cafeteros para imponer su fútbol alegre y veloz si no quiere caer en la trampa uruguaya, aunque de su lado está James, autor de tres goles, hasta ahora.