El país esta paralizado. En todos los rincones de Costa Rica los ticos con sus camisetas rojas y pitoretas se preparan para apoyar a la Selección Nacional en su encuentro contra Italia que se disputa desde las 10 a. m. en el estadio Arena Pernambuco.
Los empleados de instituciones públicas como el Instituto Nacional de Seguros de Costa Rica (INS) y la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) se reunieron en los comedores para discutir las alineaciones.
“¿Saldrá Campbell con Ureña o Cubero con Yeltsin?”, se preguntaba la mayoría con optimismo mientras desayunaban.
Los trabajadores del puente de "La Platina", en Alajuela, dejaron por dos horas el trabajo para ver el partido en una pantalla que colocaron en un camión, debajo del puente.
Escuelas como la Esmeralda Oreamuno en Tibás, es el vivo ejemplo de esto donde los niños han gozado de muchas actividades previo al partido.
"Tenemos pintacaritas, les pintamos las uñas a las niñas y hemos hecho muchas actividades para que ellos disfruten este momento", contó José María González, director de la escuela.
En otro rincón de San José, los más pequeños sueñan despiertos. En el jardín de niños de la Escuela Metálica, el Kinder Maternal Montesoriano, los infantes se autodenominan Campbell, mientras que uno de ellos, en la portería, dice ser Keylor Navas.
En la escuela de Guatuso de Patarrá, niños de kinder y primer ciclo se reunieron con sus maestros y se pintaron las caritas para apoyar a la Tricolor.
En Aserrí, el Colegio Técnico Profesional se organizó para celebrar. Armaron todo un ambiente mundialista.
En el Mercado Central de San José, los dependientes se vistieron con camisetas rojas, pelucas y sombreros para atender a los clientes.
Entre los pasillos, el precio de las papas, tomates y la carne, dejaron de ser tema de conversación. Allí solo se habla de cuál va a ser el marcador contra Italia.
En Casa Italia, en San José, los empleados armaron una fiesta frente al televisor.
Hasta las emergencias hicieron una pausa. La clínica Clorito Picado, en Cinco Esquinas de Tibás, estaba casi vacía cuando comenzó el partido. Los bomberos de San José también pudieron cantar con tranquilidad el Himno Nacional.
En la clínica Rodrigo Fournier, tambipen en Tibás, los empleados corrieron con el trabajo para poder ver el encuentro.
"Hubo mucha gente que madrugó para venir a la farmacia e ir a ver el partido", aseguró José Fabio Barquero, gerente de la clínica.
En Cartago, las filas eran largas en la parte norte de Plaza Mayor, cerca de las Ruinas de Cartago. Los cartagineses con banderas, pitoretas, cornetas, camisetas y blusas dan su apoyo a la Sele.
Se espera que a la hora del partido no quepa un aficionado más en dicha plaza al igual que sucedió el pasado sábado.
En las montañas cartaginesas, un grupo de 20 agricultores que no recibió el permiso para ver el partido, se las ingeniaron con un pequeño radio en sus bolsillos, y, desde allí, van a escuchar las incidencias del juego.
Y mientras, desde Brasil se escucha el oeee... oeee.. oeee ticosss... de los aficionados que viajaron a apoyar a la Sele.