Sabri Lamouchi es un director técnico que apenas empieza su andadura en la cuerda floja de su profesión.
A los 41 años, en mayo del 2012, fue nombrado entrenador de Costa de Marfil y una de sus primeras decisiones fue ir, en noviembre de ese año, a observar los entrenamientos de José Mourinho con el Real Madrid.
De seguro, algo le aprendió a The Special One : ese mismo mes le ganó a Austria, 0-3; luego condujo una eliminatoria en su grupo respectivo con autoridad; finalmente, ante Senegal, selló el pase en una serie de ida y vuelta (4-2, en el global).
Nada malo para el francés Lamouchi, un entrenador tan novato que obtuvo su licencia de entrenador apenas diez días antes de ser nombrado en el cargo.
“Fue algo inesperado para mucha gente, incluso para mí”, expresó el técnico en una entrevista publicada para el sitio digital Gol Caracol.
“Evidentemente, cuando en tu primera experiencia tomas las riendas de una selección nacional, que además es la más grande del fútbol africano, el reto no es sencillo”, añadió.
Tampoco es que el hombre –de ascendencia tunecina– caminaba por la calle y le pusieron el buzo de director técnico.
Jugó de 1990 al 2009 como mediocampista ofensivo o atacante.
El Olympique Alès, el Mónaco, Auxerre –en Francia–, Parma, Inter, Génova –en Italia– y el Olympique de Marsella fueron los clubes de Lamouchi antes de vivir su “vejez futbolística” en tres clubes de Catar: Al-Rayyan, Umm-Salal y el Al-Kharitiyath.
Con Francia jugó 14 partidos clase A, sin marcar goles.
Ahora le toca una Copa del Mundo como técnico. “Es un gran placer llevar a esta gran nación y, encima, a Brasil, el país del fútbol”.