Porto Alegre. EFE. El segundo fracaso de Fabio Capello en un Mundial marcó la clasificación histórica de Argelia, que empató 1-1 ante Rusia y así eliminó al próximo anfitrión de la Copa y selló su primer acceso a los octavos de final.
Argelia y Rusia se enfrentaban en un duelo de infarto. Los dos tenían opciones de avanzar y luchaban por la segunda plaza mirando de reojo al encuentro que disputaron Corea del Sur y Bélgica. El empate bastaba a los africanos siempre que los asiáticos no golearan, mientras que los hombres de Capello tenían que ganar sí o sí. No había otro resultado posible para ellos.
El técnico italiano sabía que no podía fallar. Es el seleccionador del Mundial que más cobra, con un salario de 9,6 millones de euros. Su paso por los banquillos de selecciones no ha sido nada bueno. Con Inglaterra fue eliminado en octavos de final en el Mundial de Sudáfrica y apenas logró nada más interesante que pasar la fase de grupos.
Ahora, Capello debería justificar su salario haciendo visible alguna mejoría en el fútbol ruso, que recibirá el torneo de Rusia 2018 y ahí tendrá la obligación de ejercer un papel decoroso ante su gente.
Por eso, sus jugadores saltaron al césped a toda velocidad, con un arranque muy efectivo que dio gusto a Capello apenas al minuto seis.
Fue en ese momento cuando Alexander Kokorin remató de manera espectacular con la cabeza un centro desde la izquierda de Dmitry Kombarov. El jugador del Dinamo de Moscú puso un centro medido que acabó en la escuadra del meta Adi Mbolhi, que no pudo hacer nada por evitar el tanto de Rusia.
Argelia, cabizbaja, se vio eliminada pero, con calma, fue parando poco a poco el arreón del rival.
La tormenta fue pasando y el juego africano comenzó a salir a la luz en el último tramo de la inicial.
Sin grandes ocasiones, consiguió merodear el área del portero Igor Akinfeev, que, sin embargo, solo tuvo que emplearse a fondo con un cabezazo de Islam Slimani que luego fue fuera de juego.
Si bien, en la complementaria, Rusia salió a por otro gol para sentenciar el duelo y a punto estuvo de salirle bien la jugada con una oportunidad de Alexander Samedov, que tras hacer una pared con Kokorin no pudo resolver ante el meta.
Esta vez no acertó Rusia y Argelia se agitó ese dominio. Necesitaba un gol para seguir en la competición y para romper la maldición de la fase de grupos que no había conseguido superar en España 1982, México 1986 y Sudáfrica 2010.
La gesta estaba a tiro y la consiguió Slimani con un cabezazo que levantó a todo un país. Al 60’, el delantero se elevó por encima de la defensa rusa y, esquivando una salida en falso de Akinfeev, mandó la pelota a la red y dio una clasificación histórica para su equipo.
Aunque Rusia intentó evitarlo, solo dispuso de una oportunidad de Alexander Kerzhakov que detuvo un inspirado Mbolhi.