São Paulo. “Los récords están para ser batidos”, repitió en numerosas ocasiones Cristiano Ronaldo. Pero hay uno que el balón de Oro del 2013 quizá nunca logre: los nueve goles en Mundiales de Eusébio, leyenda del fútbol luso a la que Ronaldo estaba listo para desbancar.
El artillero de Europa, de 29 años, inició su lucha contra el reloj biológico. Dentro de cuatro años, cuando tenga 33, puede que esté en el Mundial de Rusia o puede que no. Por eso, la oportunidad del campeonato del mundo de Brasil, en el que su selección acaba de ser eliminada en la primera fase, pintaba como su mejor oportunidad.
Para muchos, el hombre de los récords seguramente tenía asumida la difícil tarea de igualar a los artilleros de las Copas (Ronaldo Nazário y Miroslav Klose, con 15 goles). En sus tres mundiales (2006, 2010 y 2014) suma un (intrascendente) tanto en cada torneo que disputó.
Aunque, para la mayoría, tenía a tiro la marca del legendario Eusebio, fallecido el pasado enero a los 71 años.
En la única participación de la Pantera Negra en un Mundial, el de 1966, sumó nueve goles, que le sirvieron para coronarse artillero de aquella edición en la que Portugal cerró en su mejor puesto en un mundial, tercero.
Renqueante de una tendinosis rotuliana que arrastra desde abril, Ronaldo ha disputado en Brasil 270 minutos en tres partidos saldados con una sonrojante derrota ante Alemania (4-0) , un empate en el último suspiro contra Estados Unidos (2-2) y una victoria inservible frente a Ghana (2-1) .
Un pase para el gol de cabeza de Varela, que dio el 2-2 a los lusos en el 94', y un zurdazo en el 80' ante Ghana, después de un error craso del portero Dauda, es lo que resta para la memoria del torneo de Brasil.
Su hoja de servicios está a leguas de la de las otras estrellas de este Mundial: el argentino Lionel Messi (cuatro tantos), el brasileño Neymar (cuatro), el francés Karim Benzema (tres) o el holandés Arjen Robben (tres), por citar algunos.
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