Si alguien espera una Italia completamente defensiva en Brasil 2014, estará completamente equivocado, pues bajo el mando de Cesare Prandelli, la Azzurra tomó otra cara, un rostro que lo guió a la final de la pasada Eurocopa.
Con Prandelli, Italia es más versátil y se ajusta según la situación del partido. Puede salir con su típico 4-4-1-1 y pasar a un 3-5-2 para apostar en ofensiva.
La Azzurra no tiene complicaciones para echarse atrás y defender una ventaja por la mínima, pero esta versión también puede adelantar filas, olvidarse de su arco y salir a buscar otro gol.
Su punto más alto sin duda radica en la zona defensiva, casi que prestada por la Juventus, pues los dos centrales, Chiellini y Bonucci, son los principales referentes.
“La línea defensiva está acostumbrada a jugar juntos. Ellos anticipan muy bien y cuentan con dos laterales muy buenos del Milán (De Sciglio y Abate), pese a que siempre están en su zona”, indicó el técnico Orlando de León.
Sin balón, los italianos defienden con todo su equipo detrás del balón y juntan a sus jugadores dejando muy pocos espacios.
Una vez con el balón pueden realizar transiciones rápidas, apostando por el contragolpe o bien llegar con balón dominado en el mediocampo gracias a los grandes pasadores, como De Rossi y Pirlo; este último es el principal cerebro y motor del equipo.
“Este equipo tiene mucho toque y sobre todo los volantes y laterales suelen acompañar casi todas las jugadas de ataque”, explicó el entrenador Carlos Watson.
El orden es ley en Italia y las jugadas de ataque suelen ser muy pensadas, con combinaciones entre sus líneas e incluso salen jugando desde atrás.
“Balotelli es el referente en ofensiva. Le gusta llevar el balón, encarar y demoler las defensas contrarias a base de potencia, y cuando no puede, arrastra marcas y abre espacios para servir pases a gol”, indicó el estratega nacional, Javier Delgado.
Punto a favor para la Sele será la presión arriba, pues por ahí podrían fallar con su salida.