Santos, Brasil. Santos, la ciudad que ya es la nueva casa de la Selección, parece que está del lado tico. Ese apoyo, basado en los antecedentes en Mundiales, será fundamental para Costa Rica en su travesía por el certamen brasileño.
Lo fue principalmente en el 90 en Mondoví, cuando la comunidad se volcó en favor del equipo que se clasificó a la ronda de los octavos de final. No sucedió de la misma forma en el 2002 en Daegu y en el 2006 en Walldorf, citas en las que no se superó la primera fase.
Sin embargo, por ahora, todo va bien. No hay persona en la calle que no diga: “ vou torcer pela Costa Rica ”. El blanco, azul y rojo caló dentro de este municipio y a menudo se observan banderas en instituciones oficiales y comercios.
Tales símbolos sustituyen en algo la ausencia de aficionados costarricenses que terminen de calentar el ambiente, pero en su mayoría, y por razones de logística, estos prefirieron viajar directo a las sedes de los partidos: Fortaleza, Recife y Belo Horizonte.
Por ejemplo, Danielle, trabajadora en una tienda de telefonía, ya portaba dos pines alusivos a Costa Rica en su camiseta antes de decir que esperaba que la Tricolor diera una sorpresa en el Mundial.
Mientras tanto, Harú, técnico de fútbol, expresó mientras entrenaba a varios jóvenes en la playa que los ticos tienen posibilidades gracias a que tienen un gran portero. Se refería a Keylor Navas.
Sus pupilos hicieron eco a las buenas palabras.
Duda y pena. H ay que decir que el optimismo en el rostro recibe algo así como un pellizco, al recordarles que los rivales del grupo D son Uruguay, Italia e Inglaterra.
De inmediato, el gesto cambia de uno alegre a uno que siente un poco de duda y pena.
“Queremos que a su país le vaya bien, pero tienen un camino difícil”, expresó Harú, segundos después de su intervención inicial.
“El primer partido será vital para ustedes (será frente a los charrúas). Aunque es complicado, tienen ganar para poder tomar confianza. Pero pase lo que pase, los apoyamos”, expresó Nené, cliente de un puesto de revistas y quien resultó ser un exjugador reconocido del propio equipo de Santos.
También ayuda para tener este movimiento favorable, que el otro país que se hospeda en este municipio paulista es México, rival de Brasil en el Mundial. Por tanto, el cariño no está repartido; Inclusive, no es extraño que por la carretera enfrente del hotel del Tri pasen personas gritando en contra de ellos. Colaboró Johan Umaña .