Brasil
“Pobre Costa Rica, qué mala suerte! Una vez que llega al Mundial le tocan tres campeones del mundo”. El 6 de diciembre pasado se hizo el sorteo de la Copa y fue seguramente, la frase más escuchada en el planeta fútbol. Sin embargo, hubo una voz disidente: recordamos ahora las confiadas palabras de Jorge Luis Pinto. “Son tres rivales duros, pero me gusta, pienso que Costa Rica no tiene temor a nadie. A los costarricenses les digo que estén tranquilos, nos vamos a preparar con todo, vamos a ir por una Costa Rica grande. En Colombia tenemos un dicho: ‘Cuánto más fuerte es el toro, mejor es la corrida’”.
Pues, sacarse el sombrero ante el hombre: su Costa Rica es la sensación. Bajó a dos toros bravísimos y tiene el tercero a merced. Lo escribimos tan a menudo que suena reiterado, no obstante cada día que pasa se actualiza: el fútbol es el reino de lo posible, el único deporte donde todo puede suceder.
Que Costa Rica pase a octavos ganando su serie, y volteando muñecos de esta manera suena novelesco, pero es bien real. El “D” es el Grupo de la Muerte, pero no para Costa Rica. Que lo digan Inglaterra, Italia y Uruguay.
Cuestan menos, valen más. La histórica victoria de 1-0 sobre Italia en realidad no debiera sorprender. Simplemente, Costa Rica es más equipo, juega mejor. Lo demostró, como demostró ante Uruguay, al que superó física, táctica, técnica y anímicamente (y esto último es mucho decir).
Aquí, en Brasil, Lance dedicó el viernes una página entera a decir: “Solo Balotelli vale más que todo el plantel costarricense”. Se basó en números que maneja Transfermarkt.com, el sitio especializado en valores de mercado del fútbol. El atacante está valuado en 26,4 millones de euros y los 23 costarricenses, juntos, en 26,07. En la cancha, sin embargo, los 11 ticos fueron mejores que toda Italia. Esto demuestra una vez más la distorsión que generan el dinero, el marketing desmesurado y la tonta mediatización de ciertos jugadores. Luis Suárez, como todos sabemos, es un futbolista excepcional, pero con cero parafernalia detrás. La suya es fama genuina, ganada únicamente por mérito, no vende calzoncillos, ni anteojos ni sale en portada de revistas para damas mostrando abdominales, casi no hace publicidades (apenas algunas en Uruguay), tiene una esposa normal y lleva una vida discreta. Por eso se cotiza menos que otros.
Estas distorsiones hacen parecer que lo de Costa Rica es de otra galaxia, pero no: le sobra juego para vencer a Italia. A Balotelli le encantaría jugar como el “9” tico, Joel Campbell, dueño de una zurda majestuosa, pura clase.
¡Cuánto fútbol tico! La gran victoria centroamericana fue en verdad más rotunda de lo que indica el marcador. Le ganó en todo a Italia..., y conste la desafortunada prestación del juez Enrique Osses. El penal no marcado de Chiellini a Campbell, hasta ahora el más claro de lo que llevamos de Mundial, fue apenas la punta de un iceberg de equivocaciones, casi todas en perjuicio costarricense. Lo sorprendente del cuadro de Pinto, más allá de su buen fútbol (siempre con la bola al ras, tratando de tocar y darle destino seguro), es la personalidad con la que busca imponerlo. El cabezazo es, quizás, la faceta del juego donde más se revela el temperamento: jugador miedoso no gana de alto. Costa Rica le tiró varios centros a Uruguay y a Italia y los ganó casi todos, en defensa y ataque. Asombra la capacidad futbolística y también la serenidad, la convicción, la frescura para imponerla.
Además, la firmeza defensiva, la presencia física. Estamos frente a una de las selecciones de mejor juego del Mundial junto con Chile, Holanda, México.
Alemania disputó un solo partido y ante un flojísimo Portugal. Esperemos verla más para dar una opinión más valedera. Colombia ganó sus dos juegos con solidez, aunque sin brillar como los antes mencionados.
Nombres ilustres. Aunque aún tienen mucho para dar, seguramente entrarán en los libros de oro del deporte costarricense. Son el mencionado Campbell, quien dio una clase magistral de fútbol ante Uruguay; Bryan Ruiz, elegante “10” que anotó ante Italia; el arquerazo Keylor Navas; el volante Christian Bolaños; el zaguero de origen nicaragüense Óscar Duarte... Se ha dado una generación maravillosa, como pasa a veces en los países.
Brillante también por esto. Si estamos observando un Mundial espectacular, no es apenas por los magníficos partidos que vemos (cero especulación, mucho ataque, goles, juego abierto, velocidad y grandes acciones); también al crecimiento de tantas selecciones antes consideradas como partenaires , o como expresiones menores, el caso de Costa Rica, pero también el de Chile, Colombia, México, Estados Unidos. Que el fútbol se empareje hacia arriba es una noticia espectacular para el fútbol. Brasil, Alemania, Holanda, Italia, Argentina, Francia no han bajado, siguen ostentando un liderazgo. Solo que los otros se les han acercado en excelencia. No hay goleadas vergonzantes como antaño, todos saben a qué se juega. No hay tampoco lugar para improvisaciones ni criollismos
Por la promesa de su juego, no vemos que las hazañas costarricenses hayan llegado hasta aquí.
Este equipazo tiene más y quiere más.