Tres porteros latinos, entre los que figura el tico Keylor Navas, recibieron buenos beneficios por sus grandes actuaciones, antes y durante el Mundial Brasil 2014.
El principal rédito para sus vidas deportivas fue el cambio de club luego de la cita mundialista, con un salto superior a un equipo español de mayor renombre.
Keylor fichó con el todo poderoso Real Madrid, procedente del Levante y como una competencia muy dura para el legendario Íker Casillas; mientras que el chileno Claudio Bravo pasó de la Real Sociedad al exitoso FC Barcelona.
El mercado de fichajes también le permitió al mexicano Guillermo Memo Ochoa abandonar el Ajaccio francés y el Málaga se hizo con sus servicios, tras la salida de su portero, Willy Caballero.
Navas, Bravo y Ochoa fueron incluidos por el Grupo de Estudio Técnico de la FIFA en una categoría de arqueros “influyentes” en el reciente Mundial brasileño, que registraron un desempeño extraordinario y decisivo para sus países.
Según el informe técnico y estadístico de la FIFA sobre la Copa, que se publicó la semana pasada en Zúrich, Suiza, la nueva generación de guardametas también la conforman el campeón mundial, el alemán Manuel Neuer; el colombiano David Ospina, el suizo Diego Benaglio y el argelino Rais Mbolhi.
Para sus expertos, ellos no solo fueron “excelentes” para evitar los goles, sino para asumir nuevas tareas en la creación del equipo, controlar los pases atrás de su zaga o parar los servicios largos del rival.
“El guardameta moderno actúa como otro jugador de campo y es el punto de partida de numerosas jugadas de ataque, con precisos pases cortos y largos desde la defensa”, resaltaron en el reporte de la FIFA.
Agregaron que “saben interpretar el juego con claridad” y se favorecieron de una formación más específica de los preparadores de porteros, en cada cuerpo técnico.