São Paulo. AP Uno disfruta del recuerdo y el otro clama por venganza. Argentina y Holanda chocarán hoy en semifinales de la Copa Mundial, 36 años después de que los albicelestes le ganaran el duelo decisivo por el título en Buenos Aires.
No habían nacido ni Lionel Messi ni Arjen Robben, distinguidas figuras en sus equipos, cuando en 1978 Argentina venció 3-2 a Holanda en la final en el Monumental para cosechar el primero de sus dos títulos, junto con el de México 1986.
Messi y Gonzalo Higuaín para Argentina, y Robben y Robin van Persie para Holanda, son los que iluminan el arco contrario. Messi se despachó con cuatro goles, Robben y Van Persie tienen tres cada uno e Higuaín apareció en el firmamento al convertir en el triunfo 1-0 con el que su equipo despidió a Bélgica en los cuartos de final.
En el equipo que dirige Alejandro Sabella será baja Ángel di María, clave en el equipo por su velocidad y sacrificio por las bandas. El Fideo del Real de Madrid sufrió una lesión muscular ante Bélgica.
Con Di María en reposo obligado y Sergio Agüero en el banco, tras dos partidos sin jugar también por lesión muscular, de Los Cuatro Fantásticos de Argentina solo saldrán de entrada Messi e Higuaín.
Los dirigidos por Louis van Gaal recién se deshicieron de Costa Rica en los penales tras partido y alargue sin goles, en la primera vez que los naranjas se despiden sin convertir en acciones de juego en este Mundial. Pero esa golondrina no atrajo al verano, porque pese a esa noche de redes dormidas, los holandeses tienen una temible ofensiva con un total de 12 dianas contra ocho de los “chés”.
No obstante, Van Persie generó dudas en la antesala al padecer de un malestar estomacal que le impidió entrenarse.
Tozuda como pocos, Holanda busca su cuarta final aunque lleva toda una vida mascando frustraciones, incluyendo la última en Sudáfrica 2010 cuando, con Robben y compañía, otra vez se quedó en la orilla al perder ante España.
Mejor no tener como enemigo a Holanda, impiadosa con aquellos que le traen malos recuerdos: a España la destrozó 5-1 en los albores de este torneo y le dejó la aduana libre para su prematura salida. ¿Correrá la misma suerte Argentina?
Argentina y Holanda tienen puntos en común: se sienten a gusto manejando el contraataque, esperan en bloque y cuando recuperan la pelota ponen proa al arco contrario, aunque los albicelestes usan un poco más el toque y la pausa en busca de mejores huecos hacia el área rival.
Sabella no es de hacer grandes cambios y recién los hizo cuando antes de Bélgica su equipo ganaba pero no convencía. Entonces, removió al defensor Federico Fernández y al centrocampista Fernando Gago, para darles vuelo al central Martín Demichelis y al volante Lucas Biglia, quienes volverán a jugar de entrada.
Van Gaal, en cambio, demostró que es capaz de cualquier cosa: ante Costa Rica realizó una jugada táctica inédita en un Mundial cuando a un minuto de ir a los penales ante los ticos hizo entrar al portero suplente Tim Krul por el titular Jasper Cillessen.
Esa movida fue excelente ya que Krul contuvo dos penales y además adivinó la dirección de los tres que los costarricenses anotaron.
Si hay definición por penales en la semifinal algo está claro: Krul en el arco y uno lo patea Messi.