Takashi Uchiyama, Bryan Vasquez Japanese champion Takashi Uchiyama, right, hits a left to Costa Rican challenger Bryan Vasquez in the fifth round of their WBA super featherweight boxing title bout in Tokyo, Monday, Dec. 31, 2012. Uchiyama defended his title with a technical knockout in the eighth round. (AP Photo/Toru Takahashi) (Toru Takahashi)
Tokio. Destrozado, molido, hecho polvo. Así quedó el orgullo del costarricense Bryan Vásquez ayer luego del nocaut técnico ante el campeón japonés Takashi Uchiyama.
Los últimos segundos de la pelea fueron una pesadilla para el Tiquito . Bastó que el juez detuviera la paliza para que Bryan corriera a su esquina.
Allí hundió profundamente su cabeza entre sus piernas. No quería nada con nadie.
Con costos su técnico Ezequiel Obando logró quitarle los guantes. En el rostro del Tiquito se reflejó la frustración, el enfado y el llanto quería aparecer.
Vásquez se quería ir del cuadrilátero, sin importar si los jueces habían anunciado la decisión o no, solo quería irse al camerino.
En su camino al túnel algunos aficionados locales no dudaron en brindarle aplausos, y claro está: Bryan brindó resistencia mientras pudo y demostró gallardía.
Ya un poco más tranquilo en su camerino, Tiquito brindó una conferencia de prensa improvisada.
Allí dejó ver su desazón por la derrota, pero a la vez se mostró sereno y aceptó la decisión del juez.
La ansiedad lo mató. Las ganas de pelear le pasaron factura a Vásquez y así lo reconoció.
“Yo tenía que hacer una pelea muy inteligente, pero me coloqué de otra forma y quería intercambiar golpes con él, porque tenía muchísimas ganas de pelear con él, pero no me logré acoplar”, explicó aún afectado el Tiquito .
Orgullo. Las huellas de la batalla se podían ver en su nariz y su ojo izquierdo. Su semblante también lo delataba, ningún disimulo era válido luego de la pelea.
“En la vida se cometen errores, hoy (ayer para los lectores) cometimos un error y lo pagamos caro. Ahora no queda más que levantarse y continuar. Yo no me iba a caer porque mi orgullo no me lo permite. Tampoco me sentía tan golpeado como para caerme. Sí me desbalanceé porque fueron buenos golpes”, expresó Vásquez.
Dentro de lo que rescató el Tiquito fue haber terminado con salud, reconociendo el vendaval de golpes que propinó Uchiyama.