Alajuela. Motivado por los rosarios que guindan de su cuello y fortalecido por la rigurosa preparación de las últimas dos semanas, BryanVásquez inició el viaje para conquistar el título mundial.
En una caravana de camiones patrocinadores, el Tiquito llegó al aeropuerto Juan Santamaría a las 3:10 p. m. para abordar un avión que salía, a las 4 p.m., con destino a Houston, Estados Unidos.
A pesar de estar corto de tiempo, el pegador se mantuvo tranquilo y junto a su esposa, la boxeadora Hanna Gabriel, dio declaraciones a la prensa.
“Voy para Japón un poco nervioso pero con todas las ganas y la seguridad de que las cosas me van a salir muy bien”, dijo el nacional minutos antes de tomar el vuelo.
Tras hacer escala en Houston, el nacional llegará mañana a Japón para realizar las primeras prácticas de cara a la pelea, que será el 31 de diciembre a las 5:30 a. m. (hora de Costa Rica).
El pugilista nacional se enfrentará al japonés Takashi Uchiyama por el título mundial en propiedad de peso superpluma.
Lejos de los festejos. Las fiestas de diciembre para Vásquez fueron peculiares por su riguroso entrenamiento.
Hace dos semanas que el boxeador inició una rutina de entrenamientos en la madrugada que se extienden hasta las 5 a. m., esto para acostumbrarse al horario japonés.
Además, su alimentación ha sido muy controlada y un tamal es una tentación prohibida. “En vísperas de competencia, un deportista no tiene chance o derecho de darse el placer, menos un tamalito, que es lo único que se me antoja en este momento”, declaró el nacional tras soltar una carcajada.
No obstante, Tiquito no se sentirá lejos de casa, pues cuenta con un arsenal de rosarios y amuletos que simbolizan el cariño de todo su círculo social.
“Tengo un rosario que siempre lo llevo a todas partes. Además, mis amigos me han dado amuletos y banderas para no sentirme lejos de casa”, dijo el boxeador.
Asimismo, el peleador viaja junto a su esposa, la boxeadora campeona del mundo en peso superwelter, Hanna Gabriel, quien fue un pilar en la preparación para la pelea por el título mundial.
“A veces nos sentamos frente al tele para observar a los rivales. Le señalo, desde mi perspectiva, las fortalezas y debilidades”, destacó Hanna Gabriel cuando se aprestaba a abordar el avión.
Arropado por los buenos deseos de sus allegados y armado con sus propias manos, Tiquito buscará ser un gallo fino en patio ajeno.