Las Vegas, Nevada. EFE Después de la llamada “pelea del siglo”, que el sábado protagonizaron Floyd Mayweather Jr. y el filipino Manny Pacquiao en el MGM Grand Garden Arena, de Las Vegas, las críticas, frustraciones y, sobre todo, la decepción por la imagen que volvió a dar el boxeo no se hizo esperar entre los entendidos.
Al margen del apartado económico, del que ya se ha hablado hasta la saciedad, al haberse batido todas las marcas de recaudación y haber establecido un precedente de por primera vez cobrar para ver una simple ceremonia de pesaje que dura minutos, la realidad deportiva que dejó la pelea fue de una completa decepción.
Y se acentuó al conocerse por boca del promotor Bob Arum y del preparador de Pacquiao que el excampeón filipino salió a pelear con una lesión en el hombro derecho, que le impidió tirar todos los golpes que habían previsto para superar a Mayweather Jr.
El personal de Top Rank, que representa a Pacquiao, hizo el papeleo incorrecto referente a la lesión, por lo que la Comisión de Nevada no autorizó que le pusieran una inyección de antinflamatorios antes de la pelea.
Una versión que ha sorprendido, pero que ya ha dejado abierta la puerta para que la revancha esté en camino y lo único que falta por conocer es si se dará este mismo año o el próximo, cuando Pacquiao, de acuerdo al promotor Bob Arum, se haya recuperado de la lesión sufrida el pasado marzo y que es “la misma de la estrella de los Lakers, Kobe Bryant”.
El presidente de la Comisión Atlética de Nevada, Francisco Aguilar, afirmó que rechazó la solicitud de Pacquiao antes del combate porque no notificaron la lesión con anterioridad.
“No estábamos enterados de la lesión hasta horas antes de la pelea”, explicó Aguilar, responsable de la decisión.
“Los medicamentos que estaba tomando fueron revelados en su cuestionario médico, pero no la lesión que sufría”, abundó.
La gran interrogante que ha surgido en Las Vegas es cómo un promotor de la experiencia de Arum puede permitir que su personal cometa un error de efectos tan negativos para su boxeador.
La respuesta se podrá conocer cuando los representantes de Mayweather Jr. y Pacquiao anuncien la revancha en los próximos meses, aunque de momento Mayweather Jr., que sigue invicto y se llevó $200 millones, tiene previsto retirarse tras la pelea en setiembre, cuando por fin termine su contrato de seis combates con Showtime Sports.