La zarina Yelena Isinbayeva ganó su tercer título del mundo de pértiga
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Londres. Yelena Isinbayeva, la atleta más carismática del último decenio, puso un remate de oro a su gloriosa carrera deportiva con su tercer título mundial de pértiga en una final que congregó a más de 40.000 espectadores en el estadio Luzhnikí, hasta ayer casi desierto.
Quiso darle a su público un nuevo récord mundial, el que habría sido el número 29 de su carrera.
Sin embargo, la atleta de Volgogrado no pudo cuando –sola en la competencia y tras celebrar su triunfo con saltos de alegría– intentó sin éxito superar los 5,07 metros.
Un salto de 4,89, ejecutado al primer intento, fue la marca ganadora que permanecerá para la historia ligada al adiós de la Zarina
Como en Londres 2012, la amenaza para Isinbayeva procedía del continente americano: la estadounidense Jennifer Suhr, campeona olímpica; la brasileña Fabiana Murer, campeona mundial, y la cubana Yarisley Silva, líder del año con 4,90 y autora de los cinco mejores saltos de la temporada.
Isinbáyeva protagonizó una despedida acorde con su rango, después de sus fracasos en los dos últimos Mundiales. En Daegu 2011 fue sexta y en Berlín 2009 no fue capaz de hacer un solo salto válido en la final. Sus títulos mundiales databan de Helsinki 2005 y Osaka 2007.
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