Otra vez el desorden le restó brillo a la actividad

Una vez más la Maratón Internacional fue ejemplo de desorden y falta de planificación.

La salida y llegada de los atletas en las pruebas de maratón, media maratón y relevos fueron quizás los principales lunares.

Al momento del arranque los competidores se aglomeraron en la salida y gritaban a coro a los organizadores por instrucciones, pues no se tenía claro cuál competencia comenzaría primero.

Tampoco se respetó la línea de salida, todos los corredores se fueron ubicando a como pudieron en medio del gentío y el bochornoso calor de La Sabana.

Los competidores de relevos fueron de los más perjudicados, pues ni al momento de la inscripción ni durante el recorrido les indicaron dónde debían hacer el cambio con sus compañeros.

“Tuvimos que ir preguntando durante todo el camino y cuando encontrábamos los puntos todo el mundo se pegaba. La verdad sí hubo mucho desorden”, afirmó Esteban Oviedo, uno de los atletas.

También sorprendieron las declaraciones del ganador de la media maratón, Roy Vargas, quien perdió varios segundos a su llegada al Estadio Nacional pues los portones de acceso estaban cerrados.

“Fueron como 30 segundos porque no había forma de entrar, por dicha se solucionó rápido y eso no me afectó mucho al final”, afirmó el atleta al momento de su arribo.

Vargas además padeció la falta de hidratación que se presentó al momento de la llegada de los primeros atletas, aunque poco a poco eso se fue corrigiendo.

También hubo desorden en cuanto a diferenciar los corredores de las distintas modalidades.

Inclusive en un tramo de la competencia sucedió que sobre la pista del nacional desfilaron atletas de maratón, media maratón, relevos e incluso de sillas de ruedas, todos al mismo tiempo.

Marcas. El uso de un chip para marcar los tiempos de los competidores sí favoreció en demasía el registro de los atletas, pero también originó quejas durante el evento.

Precisamente la ecuatoriana Sandra Ruales, quien finalmente ganó la prueba de maratón, se quejó de que no existiera un punto de control en la salida.

Ella alegó que nunca vio a los kenianos en la salida, un hecho que finalmente fue respaldado por los jueces de la competencia.

“No había control en la salida, no se podía registrar quiénes sí salieron de ahí”, finalizó Ruales.