Irrumpió en el atletismo nacional hace cinco años y hoy es la monarca sobre el asfalto.
Norma Rodríguez Rodríguez, de 38 años de edad y vecina de Santa Gertrudis de Grecia, aprovechó el espacio dejado por Gabriela Traña (dedica a la prueba de maratón, 42 kilómetros) para convertirse en la nueva dueña de las carreras.
Domingo a domingo, desde el 2010, Rodríguez cruza de primera la meta y reafirma su supremacía, tanto en las pruebas de 10 kilómetros como en las de 21.
Antes de ese año tenía que conformarse con ocupar segundos o terceros lugares.
Esta madre de dos hijos se convirtió en atleta de élite impulsada por una invitación de un desaparecido equipo de atletismo.
Los encargados de esa escuadra le plantearon integrar la nómina para disputar la Carrera de Relevos hacia Puntarenas.
“Ellos me vieron correr en Los Mangos (Alajuela) y me pidieron integrarme al equipo, eso me motivó mucho. A partir de ahí tuve que entrenar más porque quería seguir en ese equipo, esa era mi gran ilusión”, contó Rodríguez.
La atleta no dudó en revelar la estrategia de entrenamiento que la tiene como dueña de las pruebas.
“Entreno a las 4 a. m. porque trabajo y tengo familia, lo que me obliga a acomodar el horario de esa forma. Eso sí, me acuesto temprano, entre 9:30 p. m. y 10 p. m.
“Si hay carreras el fin de semana solo entreno cinco días, pero si no hay pruebas entonces salgo seis días; además, aprovecho dos jornadas para hacer pista”, relató.
Rodríguez, quien es auxiliar contable y tiene la oficina en su casa, reconoció que no dispone de los servicios de un entrenador.
“Nadie me hace los planes de entrenamiento, yo misma decido lo que haré, para eso escucho lo que hacen otros corredores”.
Incluso, la atleta confesó que por lo general corre por la misma ruta: de Santa Gertrudis a Grecia centro, ida y vuelta.
“Como salgo tan temprano prefiero ir por ahí porque es menos oscuro; además, hay pocos vehículos”, añadió.
Al igual que la mayoría de deportistas, Rodríguez soporta duras condiciones climáticas para no perder horas de práctica vitales en la lucha por el primer lugar.
“Hubo unos días que hizo un frío terrible pero igual salí. Tampoco descanso cuando llueve.
“Tengo que entrenar duro para obtener buenos resultados en las competencias y así tener un buen nivel”, resaltó la mediafondista.
“Los veía correr y llegar con trofeos a mi casa. Ellos dejaron de competir pero empecé yo; lo hice por gusto y para mantener un buen peso”, confesó.
Aunque asegura que el atletismo le depara inmensas alegrías, Rodríguez lamentó los insultos que de vez en cuando recibe mientras sale a entrenar.
“Todavía me gritan vaga pero uno se acostumbra a eso. El atletismo es mi pasión”, resaltó.