Moscú. AFP. En una jornada reducida en el Mundial de Atletismo, Latinoamérica vivió un día decepcionante en los 50 kilómetros marcha, pero ilusionante en el salto de longitud, donde el mexicano Luis Rivera y el brasileño Mauro Vinicius Da Silva se clasificaron para la final.
El azteca, que con 8,46 metros lidera el ranquin de resultados del año, es una de las principales bazas de medalla para su país y la región, y ayer cumplió el trámite de la calificación, con 8,04.
“Era mi debut en el Mundial. Tenía nervios por el debut, pero ahora todo es posible. Superados esos nervios y la ansiedad, lo que estoy es muy motivado”, comentó Rivera tras la prueba.
Se mostró en todo muy momento cauto por la circunstancia de ser el autor del mejor salto de la temporada. Destacó que no hay favoritos claros en la final, por lo que ve la competencia muy abierta en la lucha por las medallas.
De de 26 años de edad, no había estado nunca en un Mundial, pero sí en los Juegos Olímpicos del año pasado, donde fue trigésimosegundo.
Por su parte, Da Silva, campeón mundial bajo techo en Estambul 2012, acabó con 7,92 sin tomarse riesgos.
En la única prueba del día que repartió medallas, los 50 kilómetros marcha, el mejor representante de un país latinoamericano fue el veterano mexicano de 26 años Omar Zepeda (decimonoveno).
La jornada de este jueves parece ofrecer buenas opciones de preseas para América Latina.
Se puede señalar la final de 400 metros vallas, con tres caribeños en liza (el dominicano Félix Sánchez, el puertorriqueño Javier Culson y el cubano Omar Cisneros), y en el triple salto femenino, con la colombiana Caterine Ibargüen.
En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.