Tamarindo, Guanacaste. El viernes por la noche era un día de fuertes lluvias y una continua rayería en Tamarindo.
Sumando el mal clima y la temporada bajada tradicional en esta época del año, el resultado es un turismo escaso por la zona.
No obstante, entre el viernes en la noche y ayer por la madrugada, entrar a Tamarindo era algo simplemente imposible y ese es el principal beneficio que trae la Maratón Internacional Tamarindo Beach, en su sexta edición.
Imagínese que solo atletas inscritos llegan a 3.500, a eso súmele todos los acompañantes.
Tal y como afirman varios de los lugareños, la maratón es el momento ideal para lucrar y dejar de lado la mala temporada del año, además de olvidar el problema de drogas que vive el lugar.
“Unos días antes está uno todo entusiasmado pues estas cosas son buenas para el pueblo, pues en Tamarindo hay mucha droga y cambia el ambiente a algo más sano”, indicó Aracely López, una vecina de 82 años que toda su vida ha vivido en Tamarindo y que ante tal cantidad de gente, transforma su pequeña pulpería en un toldo más moderno.
Más adelante, Lorenzo Galagarza aprovecha para “ganarse alguito” cuidando carros por ¢2.000. Ya es su tercer año consecutivo y afirma no ver tanto carro como durante este fin de semana.
Para Víctor López, pionero del evento, el impacto socioeconómico en la comunidad es muy positivo.
“Acá hay mucha colaboración del pueblo, además, por tercer año la Municipalidad de San Cruz cada vez comienza a interesarse más en este evento, al punto que estamos viendo si logramos hacerlo de interés nacional”, añadió López.
Por su parte, Guido Alfaro, gerente del hotel Tamarindo Diriá, destacó que aparte de la inyección económica, la iglesia ayuda a jóvenes de la comunidad para que trabajen durante estos días.