Ernesto Lobito Fonseca espera con paciencia la decisión del Comité Olímpico Nacional (CON) para saber si será él quien asista a los Juegos Paralímpicos 2016, pero mientras se lo comunican, se pone metas para destacar entre los mejores del mundo en la prueba de 100 metros, en categoría T51 (afectación en tronco, brazos, y piernas).
Hace poco más de un año se metió de lleno en el atletismo; el primer reto fue una maratón y aunque no la pudo culminar, siguió entrenando y vio la posibilidad de competir en otra distancia
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Fue a inicios de este año cuando el tico decidió enfocarse en las pruebas de pista.
"Se acomoda un poco más a mí, la verdad me ha ido bien, no me esperaba que fuera así tan rápido todo, pero ahora aspiro a ser de los mejores", explicó.
Pero su optimismo tampoco le tapa la realidad: llegar hasta los mejores requiere más trabajo. Su tiempo en los 100 metros (25 segundos con 57 centésimas) todavía está lejos de ellos.
"Hay alrededor de cinco segundos; es una diferencia grande, pero es manejable".
Es por eso que si va o no a Río, tiene como meta asistir a las próximas justas paralímpicas.
"Las personas que me conocen saben lo competitivo que soy, lo mucho que eso me conmueve. Obviamente uno no acepta estar entre los lugares del medio y uno aspira a ser extraordinario".
Fonseca "disputa" la única plaza disponible para Costa Rica con José Jiménez, quien compite en la distancia de maratón.
De antemano, Lobito admite que perderse los Juegos Paralímpicos sería una decepción.
"Espero ser yo el escogido. La verdad sería una desilusión grandísima, difícil de afrontar, aunque la vida sigue".