Paraíso. El domingo se realizó la tradicional carrera La Candelaria y fue un éxito. Pero atrás de la algarabía hay una disputa de meses entre el Comité Cantonal de Deportes de Paraíso y Martín Artavia, director ejecutivo de la prueba atlética.
El Comité hizo todo lo posible para evitar la carrera. Pidieron al alcalde, Jorge Rodríguez, que detuviera el evento en su paso por el estadio Quincho Barquero. Mientras que el Concejo Municipal solicitó no prestar el salón de sesiones ni otras facilidades a la organización.
Sin embargo, las peticiones no tuvieron eco en la alcaldía.
“Es una vía nacional, yo no puedo infringir el libre tránsito, sería sancionado. Y en lo segundo, en el salón de sesiones lo que funcionó fue la Cruz Roja y su labor humanitaria, a lo que no me podía negar”, comentó el funcionario.
El Alcalde defendió la legalidad de los permisos de la organización.
“Los papeles presentados por Artavia estaban en regla, incluido el visto bueno del organismo deportivo que vela por estas carreras. Además de instituciones como el Ministerio de Salud y la Policía de Tránsito”, agregó Rodríguez.
Alegan que se la robó. German Quirós, secretario del Comité de Deportes, acusa a Artavia de utilizar maniobras “poco éticas” para registrar la carrera a su nombre y luego venderla a un grupo publicitario. Esto lo expresa en un documento enviado a La Nación.
“Se ha dado el hecho de que hay gente que compra carreras en el país y se embolsa millones de colones sin beneficiar a nuestro pueblo”, afirma Quirós.
El dirigente también culpa a la Federación Costarricense de Atletismo (Fecoa) por dar el aval a Artavia y su grupo en lugar de al Comité, que es la entidad que creó el evento desde hace 32 años y la dirigió por varias décadas.
Artavia responde que la carrera estaba en abandono absoluto y que demandará a Quirós y al Comité por dañar su moral.
“Yo desde hace 20 años, sin ningún interés económico, colaboré en su organización. La carrera anduvo al garete en algún tiempo, siendo dejada por el Comité y organizada por diferentes entidades. Hasta hubo un año en que no se hizo.
“Por lo que yo, desde hace cuatro o cinco años, con el deseo de que no se perdiera la tradición, la afronté y organicé. Ahora que ven que hay dividendos me la quieren quitar, pero no podrán porque me asiste el derecho en el Registro Público”, comentó Artavia.