Los 225 atletas que tomen parte de la edición 28 de la carrera del cerro Chirripó, que se realizará el próximo sábado 27 de febrero a las 7 a. m., deberán hacerse un examen médico para corroborar que están aptos para correr.
Así lo indicó Roy Rojas, coordinador de la extenuante prueba de 34 kilómetros entre San Gerardo de Rivas y Base Crestones.
El viernes 26 de febrero a las 9 a. m., cuando se entreguen los paquetes en el salón comunal de San Gerardo de Rivas de Pérez Zeledón, a cada uno de los participantes se le realizará el chequeo general.
"Se le tomarán los signos vitales, la presión, se le hará una valoración general, así como una entrevista sobre sus enfermedades y los medicamentos que están tomando. Además se les pedirá el tipo de sangre, en caso de una emergencia", comentó Rojas.
"Para ello contaremos con diez médicos y cinco paramédicos, para que hagan la valoración correspondiente. En caso que encuentren alguna anomalía en el organismo, se les someterá a un electrocardiograma o si bien, tienen presión alta, serán revisados por los especialistas para conocer su estado y se les darán las recomendaciones necesarias".
Rojas sentenció que si existe un problema de hipertensión debe ser evaluado por los médicos tras los exámenes correspondientes, para así determinar si debe o no competir.
"Si los chequeos arrojan algún problema se les explicará por qué no puede competir, se le darán las razones tras evaluar el estudio clínico y en caso que insista en tomar la partida, se le solicitará que firme un documento en el que exonera a la organización de cualquier accidente", manifestó Rojas.
El organizador expresó que la intención es que los atletas no se expongan a un accidente, como ocurrió el año anterior con Manuel Ratica Castro, quien falleció tras un infarto en el descenso conocido como la Cuesta de los Arrepentidos.
Más seguridad. La organización añadió que además de los diez médicos y cinco paramédicos, se dispondrá de unos 90 voluntarios que estarán a lo largo de los nueve puestos de control y se contará con un helicóptero de la empresa Aero Vital, que tendrá cuatro puntos de extracción plenamente identificados en caso de ser necesario.
Asimismo, dentro del evento se abrió una categoría especial para adultos mayores, con el fin de que puedan participar sin tener un límite de tiempo en los puestos de control, con lo que podrán correr sin presión, a su ritmo.
Tal es el caso de Manuel Rorro Sibaja, quien a sus 76 años es uno de los competidores de más edad.
Para esta edición 28 se abrieron ocho espacios, de los 225 corredores inscritos, para esa categoría.