Los atletas que retan hoy la montaña en la carrera del Chirripó, a las 7 a. m., saben que posiblemente no solo sufrirán durante la travesía, sino que también los días posteriores.
Los 17 kilómetros de fuerte ascenso, desde San Gerardo de Rivas hasta Base Crestones, y luego el retorno al punto de partida, ponen a prueba el cuerpo humano en su máximo nivel, en la que es sin duda la competencia de montaña de mayor dificultad en el país.
La atleta de montaña, Ligia Madrigal, quien ya ha ganado está prueba, tiene muy claro cuáles son los mayores retos de la competencia y cuáles son las partes de su cuerpo que sufren más en el trayecto.
“Debe evitarse empezar demasiado fuerte. En una carrera que la primera mitad es casi 100% de ascenso, debemos dosificarnos; darle muy duro al inicio puede traernos consecuencias de agotamiento muscular, que además por la altitud y terreno muy difícilmente podremos recuperar”, comentó.
“También es importante cuidar la hidratación y la alimentación. Es una carrera que en promedio va a durar de cuatro horas y media a seis horas, por lo que es vital darle combustible al cuerpo, suero y comida”.
Aunque la parte más dramática es la subida, para los corredores lo más complicado y peligroso es el descenso, debido a lo irregular del terreno, por lo que un mal paso puede ser determinante para poder finalizar o no la competencia.
“Los músculos en el descenso sufren más, en especial los cuádriceps, es decir, la parte frontal de los muslos, sobre todo por lo resbaloso y empinado, se debe ir “compresionando” o “frenando un poco todo el tiempo”.
Esto recarga esa zona, también hay que cuidar mucho las rodillas y tobillos, poner el pie bien para evitar doblárselo y por lo tanto una lesión que nos impida terminar el evento”.
Lesiones variadas. Michael Venegas, fisioterapeuta de Fisiototal, dijo que el tipo de lesiones que se pueden producir en esta competencia es muy variado, pues depende mucho de la preparación de cada corredor.
“Obviamente hay un trabajo muscular excesivo, por lo que se debe tener precaución, ya que pueden aparecer lesiones de ligamentos y sobre todo musculares, por el impacto al correr”, añadió.
“Al ser un terreno irregular donde hay huecos, son factores que predisponen a la lesión de tobillo y rodilla, por lo que el atleta debe ir preparado, pero también debe poner cuidado a la alimentación y la hidratación, pues si no son las adecuadas, puede terminar en un desgarro”, aseveró.
Raúl González, entrenador y comentarista de atletismo, confesó que la prueba es de alta exigencia para la parte lumbar y la parte baja de la espalda, los gastrocnemios o gemelos y la cadera.