Barcelona, ESpaña
Aun así, no fue, ni mucho menos, el mejor partido del equipo que dirige Mike Krzyzewski. Sabedor de su sobrada superioridad, jugó tranquilamente desde el salto inicial, y eso le bastó para abrir una primer brecha en el marcador y dejarse llevar por la inercia.
Sin embargo, lo que prometía ser un festival de los chicos de la NBA solo se quedó en una declaración de intenciones, pues las jugadas espectaculares esta vez solo pudieron verse, y a cuenta gotas, en la fase defensiva.
Cuando Estados Unidos logró la máxima ventaja de todo el partido al inicio del último período quitó definitivamente el pie del acelerador y dejó que México, y sobre todo Gustavo Ayón con 25 puntos y 8 rebotes maquillara sus estadísticas.
Al final, los chicos USA dejaron que sus vecinos se llevaran el cuarto período, dejándoles anotar nada menos que 25 puntos, para acabar el partido con el definitivo 86-63, un marcador mucho menos doloroso que el que había reflejado el electrónico del Sant Jordi ocho minutos antes.