Seattle Seahawks v New England Patriots Quarterback Tom Brady of the US with the New England Patriots throws a pass against the Seattle Seahawks 17 October, 2004 at Gillette Stadium in Foxboro, Massachusetts. New England beat Seattle 30-20. (Ezra Shaw/Getty Images/AFP) FOR NEWSPAPERS AND TV USE ONLY (EZRA SHAW)
Si el maestro encuentra dicha en ser superado por su pupilo, Bill Parcells estará que no cabe de orgullo mañana, cuando sus estudiantes guíen a los Patriotas y a los Gigantes en el XLVI Super Bowl.
Tanto Bill Belichick como Tom Coughlin fueron parte del staff de Parcells en los Gigantes en la década de los 90, y de él aprendieron ese estilo ganador que ha hecho estragos en la NFL.
Bill dejó de entrenar en el 2007 y lo hizo con dos anillos de campeonato entre sus logros, Belichick ya tiene tres y Coughlin podría ganar su segundo mañana. En dado caso, ambos habrían superado en logros a su mentor.
Irónicamente, bajo la tutela de Parcells, Belichick se especializó en la defensa y hoy lidera a un cuadro de ataque seriamente demoledor como son los Patriotas de Nueva Inglaterra. En el caso contrario, Coughlin es especialista en ataque y los Gigantes de Nueva York tienen su poder en la defensiva.
Ya es el líder de todos los tiempos en victorias en la NFL (192).
Desde que llegó en el 2000 revolucionó la historia de un equipo que nunca había ganado nada, para moldearlo en la primera dinastía del recién iniciado siglo.
Los números lo dicen todo: en 30 años de la era del Super Bowl los Pats no ganaron ni un título y solo llegaron a postemporada en seis ocasiones, con dos visitas al gran juego.
Desde el arribo de Bill, han ido a 11 postemporadas, viajado cuatro veces al Super Bowl y se han coronado en tres ocasiones.
Lo más particular de su estilo es la gran disciplina con la que cambia la forma de jugar de acuerdo a la materia prima de cada año y moldea a jugadores desechados en verdaderos campeones.
Así fue como convirtió a Tom Brady, una selección de sexta ronda de draft (la elección número 199), en candidato a mejor mariscal de campo de todos las épocas.
Tom, que sí cuenta con material de primera como Eli Manning (primera selección de draft), se ve en aprietos cada año para sostener su puesto y luego acaba la temporada callando detractores.
Así pasó este año. Esta visita al Super Bowl era impensable hace dos meses, cuando los Gigantes tenían récord de 7-7 y sus jefes pensaron seriamente en correrlo.
Alejado de la férrea disciplina que en un tiempo le caracterizó, ahora Cughlin practica un estilo más paternalista y de apoyo con sus jugadores, quienes saben responderle muy bien en los momentos más importantes.
También será, si gana, el entrenador en jefe más viejo en coronarse, a sus 65 años de edad.